En la agencia hay una suerte de duelo del Oeste por quién pone la música que escucharemos durante los 3-4 minutos que durará “la canción ganadora”. Cual pistola recién cargada, los winamps, mediaplayers, itunes o cualquier “cosita para poner música” que haya se inicia y, raudos, todos hacen click para lograr un instante de mezcla / dominio / supremacía musical. Esto lo comento con algo de envidia pues, como soy redactora (no tiene nada que ver pero ME ENCANTA decirlo Jajaja!), mi pc no tiene parlantes y quedo pues supeditada a la variopinta selección lírica que tenga el vencedor de cada mini duelo. De esta manera, en un momento podemos estar escuchando hip hop de dueto entre Snoop Dog y. Daddy Yankee, luego cumbias donde te llaman “Bombón Asesino, Bombón Suculento” y después canciones que en su letra te azuzan a incendiar a mamá o a decirle al novio que tiene un “Evil dick” (¿?). El dictamen del gatillo (mouse) es inapelable y uno se tiene que comer la canción que venga y, bajo esta norma, a esta altura ya todos hemos perdido la vergüenza (Un momento, yo nunca la tuve. En fin). Los más duros en sucumbir fueron los que en un principio se vendieron como grandes machos y amantes del metal o la inexplicable música gutural. También dieron pelea los conocedores del “rock argentino”, los fans del folklore, etc, etc. Los baratos, como yo (Ja!), cantamos lo que sea. Ahora, ¿Qué pasa cuando se encierra a un grupo de publicitarios en una casa donde –por 3-4 minutos- suena un súper éxito de Cristian Castro?
Worker1: Che, déjate de hinchar boludo! Qué sos, trolo? (DOS personas tarareando recatadamente)
Worker2: Yo soy un pibe sensible, viste? (CUATRO personas tarareando recatadamente)
Lauris: Oigan…
Worker3: Y si boludo, seamos todos putos! (SEIS personas tarareando recatadamente)
Lauris: Yo creo…
Worker4: Y… qué se yo? (Murmullo general de tarareo recatado)
….
…
..
.
Lauris: ¡Vamos Todos!
Todos: “…VOOOOOOOOOOOOLVER A AMAAAAAAAAAAAAAR UNA VEZ MAAAAAAAAAAS…CREEEER DE NUEVO EN TIIIIIIIIIIII”
Y nada, hasta el que incendia a su mamá tiene su corazoncito, no?