La cuculi se rie y la ventana se agita.

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De mi hermana Mónica aprendí a siempre tener agua de colonia además de perfume en el tocador. (Detesto la palabra tocador, me parece de lo más pecaminosa. ¿Acaso uno va y se toca frente al tocador? ¿Qué pasa acá?). Y bueno, cuando era chica la veía echarse, y cuando digo echarse quiero decir bañarse, en agua de colonia. Usaba unos frascos enormes que agitaba y esparcía por todo su cuerpo, y luego sus amigas y amigos decían que mi hermana olía rico. Por eso yo uso agua de colonia y siempre tengo una colonia en spray en mi cartera para cuando llega el momento del splash de relevo (Splash de Relevo: Dícese de la rociada de colonia que releva a la anterior, o en todo caso a cualquier aroma no deseado, como olor a comida -cerveza- después del almuerzo, olor a cigarrillo –cerveza- después del cigarrette break, olor a tinta de impresora –cerveza-cuando se malogró la impresora y una –inexplicablemente- se siente la handyman de la oficina, olor a jebe líquido –basta de tomar cerveza en el trabajo!- del que se usa para pegar artes en foams para presentaciones con cliente, etc.)

Mi amiga Mori siempre se burla de mi y dice que mi uso de agua de colonia es excesivo. Incluso casi se negó a comprarme una marca que me encantaba y que ya no vendían en Perú y que sólo se encontraba en Estados Unidos (Tranquila!), específicamente en Walgreens, donde te vendían 3 frascos x 20 dólares. (Había comentado que para que un agua de colonia cumpla su función tiene que ser abundante y barata?) Y si, la que suscribe gasta mucha plata en perfume y poca plata en colonia. Y no es que la Tía Lauris huela barato (No sé para que lo aclaro, a quién podría ocurrírsele? ¡Cállate!), sino que por esas cosas de la vida, cuando se trata de colonias, las fragancias que me gustan suelen ser bastante accesibles. Y bueno, a qué iba todo esto? (Ay, por qué seré tan dispersa!). ¡Ah! Mi colonia regular estaba a punto de acabarse y entonces decidí ir a Farmacity a buscar una fragancia barata nueva para cargar en la cartera. Muy dulce, muy cítrico, muy fuerte, parece pichi, huele a pichi, Eww, esto es pichi creo. Nada, no encontré nada que me gustara. Hasta que olí una fragancia muy rica, que por un instante me hizo sentir en una pradera. De pronto era pelirroja, con un vestido de flores y por algún motivo tenía un corderito al lado. Me enamoré de una colonia con aroma a gardenias (Yo sé que mi colonia nueva suena a “Isaura, La esclava” pero no me jodas que está rica ya? Qué tal lisura no?). Y bueno, fui a pagar y el señor de la caja me preguntó por qué compraba aroma de gardenias. Y me hice la misma pregunta. ¿Por qué Gardenias Tía Lauris, POR QUE? Entonces sonreí al señor y le dije: “Es que en mi país hay una canción muy bonita que dice (y quiero que sepas que le canté al señor) “…perfumada de gardenias, rociada de mañanita, la veredita sonríe cuando tu piel acaricia… FINA ESTAMPA, caballero, caballero de FINA ESTAMPA…”. El señor me devolvió la sonrisa (me regaló un caramelito también) y me fui feliz con mi colonia nueva. Caminé 2 cuadras tarareando la canción tan lindi hasta que me di cuenta que ME HABIA INVENTADO HORRIBLE LA LETRA. Ninguna gardenia sobrina… son MAGNOLIAS! Y nada, no tuve corazón para volver y contarle al señor que mi speech sobre la colonia era falso (A parte, ya me había comido el caramelito).

Ay Tía Lauris, ¿Por qué eres así? ¿Por qué inventas tan feo?