La envidia es mala.

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Caminaba por la calle buscando un lugar para cambiar un billete de 5 pesos. Decido entrar a un grifo, (Ustedes sabían que el único lugar en el planeta donde le llamamos GRIFO al grifo es Perú? Todo el mundo le dice "Estación de Servicio"). Pero bueno, el grifo era Shell y me tocó entrar al Select a comprar alguito para que me den monedas. Mientras hacía la cola para pagar, noto que la chica que tengo delante lleva un Kit de compras muy interesante, el mismo que detallo con un entusiasmo desusado:

01 botella de agua Dasani.

01 cajetilla de Lucky Strike.

01 paquetito de preservativos PRIME ultra finos. (Así decía la cajita joven)

Mientras fisgoneaba las compras de la flaca, me puse a pensar que qué chévere que hace tiempo no es un horror que una chica compre condones a las 4 de la tarde (Es que no hay hora para el amor pues). De pronto, con una voz algo fuerte para Perú pero en general promedio para la Argentina (Yo creo que aquí las personas hablan un cachito más fuerte por la herencia italiana, pero esto es una más de mis miles de teorías, jaja). ¿Dónde estaba? Ah, de pronto, la flaca en cuestión me saca de mi chismoseada al solicitar a toda voz: "Che, tenés lubricante?" (O sea, una cosas es comprar agua, cigarros y condones con mucha personalidad, pero OTRA es pedir lubricante así medio gritando). Sin inmutarse, el flaco del Select responde: "De cuánto querés?" y la niña le dice: "Tenés de litro?" DE LITRO. O sea, DE LITRO. Ahí estaba yo parada, pensando que mientras la chica de adelante compraba AGUA, CIGARRILLOS, CONDONES Y UN LITRO DE LUBRICANTE, yo estaba cambiando un billete de 5 pesos comprando UN ALFAJOR (que para hacer la situación más contrastante era de puro chocolate. JA!). Cuando estaba pensando comprarme una botella de whisky o algo así (digo, para no quedar tan mal), el flaco le acerca a la chica un frasco de plástico con un señor litro de lubricante... de esos que le echan a los autos.

Y nada, la gente con mente cochina no va al cielo. Eso es todo.