La verdadera sabiduría está en reconocer la propia ignorancia. (*)

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Hace algún tiempo publiqué un post sobre las empanadas y su olorcillo. Está aquí, pero en resumen dice que las empanadas de carne huelen fuchila y que hay un sitio en Lima donde hay miles de variedadas que no huelen feo y que son riquisisisisisisimas (porque no tienen carne dentro!). Y bueno, esto que recuerdo viene a cuento porque he tenido que venir a vivir a Buenos Aires para amistarme con las empanadas de carne. No, no. No es que las esté comiendo (No pues, como creen!), sino que el amiste con las empanadas de carne nace de la ternura que me da la devoción con la que los locales las consumen. De hecho, me parece súper pintoresco que acá hayan varios nombres para la misma cosa. O sea, tienes la empanada de carne molida, la de carne picada y la de carne cortada a cuchillo (con qué diablos puedo cortar la carne si no es con un cuchillo?). Pero bueno, no es lindo? O sea, yo he sido testigo de discusiones bizantinas donde el punto de debate es decidir si la más rica es la molida o la picada o la cortada a cuchillo. (¿?) Definitivamente, yo soy una chica que no come carne y por ende soy incapaz de comprender este debate (Aunque me encanta escucharlo). Pero bueno, los temas de la carne nunca han sido importantes en este blog (jeje), lo que si merece que nos explayemos hasta perder la razon es la empanada de queso roquefort. POR FAVOR!! Huele a mierda la pobre, pero es riquisima! Jaja. Y no es como las de carne que se te impregnan... esta huele cuando la comes, o sea, comerla es una experiencia bastante perfumada, pero luego luego se va el olor y todos felices. El otro día hicimos empanadas en el depa. (Bueno, la masa estaba hecha y sólo las rellenamos pero la experiencia culinaria no nos la quita nadie!) Obvio que hicimos MILES de empanadas de Roquefort... tantas, tantas, tantas... que me cayeron mal! JAJAJAJA. (Es que yo soy así... cuando algo me gusta... no mido! AJA! GUARDA AHI!)

Y bueno, nada mas para contarles que las empanadas apestosas y yo, ahora somos amigas. Y, como diría Sabina, "...hay más de cien palabras, mas de cien motivos..." para comer empanadas. (Y los amantes de Sabina me van a matar por mezclar sus versos con carne picada! o era molida? no! es cortada a cuchillo! jaja)

(*) Tomé prestada una frase de Sócrates para el título del post. (Pero no de mi tío Sócrates Zaferson, ni mi primo Socri Zaferson Jr., sino el mismísimo Sócrates. El que andaba calato)