Relatos desde un cuarto de Hotel.

Tweet

Hace algún tiempo, en un cuarto de hotel, un grupo de amigos conversaba acerca la variedad de habilidades que tienen los animalitos. (La parte del cuarto de hotel es de lo más irrelevante, pero me pareció un inicio chévere para capturar a los jeropas y urgidas que visitan este blog por pura casualidad. Bien vivaza tu Tía Lauris no?). De todos lo animales del mundo, conversábamos en específico sobre los que viven en el Zoológico de Luján, donde tigres, leones, elefantes y gorilas posan junto con los visitantes como si fueran estrellas de cine. Yo tengo mis reparos con este zoológico (por eso todavía no he ido, a parte está como a 2 horas de la ciudad y ni mi patín del diablo ni yo sabemos llegar hasta ahí). Pienso que la única forma de que estos animales, usualmente fieros o temerosos de los humanos, se comporten mansos a la mano de extraños es siendo dopados con algún tranquilizante que los mantenga como después de atracón con Happy Brownie (Mamita Olga: Este comentario no está basado en experiencias personales. Gulp.). Los amigos con los que estaba en ese momento (todos vestidos con látex sabor fresa con leche, yo con el látigo en la mano) me dijeron que de pronto algunos de los animalitos si eran dopados pues prácticamente estaban dormidos, pero otros como el león o el tigre estaban muy despiertos, y era cuestión de mandarse a meter la cabeza en la boca de alguno de ellos y tomar la super pic para el scrap book post fun trip (Bien rubia esta última oración ah? Jajaja). Estábamos enfrascados en la discusión bizantina, cuando de pronto, de la nada, desde el país del nunca jamás, salió Lady B a hacer el siguiente comentario:

“Sería chévere que cuando te vas a tomar la foto, el león abra la boca y diga: WAAAAARNEEER BROOOTHERRRRRS… no?” (Blog-leyente, cuando lea esto, por favor mueva la cabeza como lo haría Steve Wonder. Lady B lo hizo.)

Nadie se dio cuenta (Es que la discusión estaba bastante bizantina). Yo me quedé callada lo más que pude (12 segundos).

Luego me manifesté:

“Lady B, el león no habrá querido decir METRO GOLDWYN MAYER?

Ella respondió:

“Lo que chucha sea, pero hubiera sido chévere”.

Grande Lady B, sin ti no seríamos nada.

Pd. Esto no tiene nada que ver con lo escrito arriba, pero este post de Peregrino me parecio muy inspirador. :)