Sweet Top, take her to the bottom.

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Una de la cosas que más disfruto en la vida (incluso más que el choclo serrano con ají de rocoto y quesito salado. YEAH!) es salir con amig@s a tomar algo y reírnos mucho de la gente que pasa (Reírse de la gente es un deporte que, si fuera olímpico, tendría una gran cantidad de adeptos. Y del alguna forma, todos estarían conectados conmigo). No vaya a creer amigo blog-leyente que una es una rata de 24 horas (Que existan Lauchas en mi árbol genealógico no tiene nada que ver). NO. Yo me río de la gente tanto como me río de mi misma. Es que en la vida hay que tener correa. (Mi ausencia de cintura me imposibilita el uso de cinturón, pero de que tengo una CORREAZA, tengo). En una de las últimas cafeteadas en mi Lima Traviesa, estábamos tomando Maracuya Sours con las ladies cuando notamos la llegada de un flaco UY CARAJO, que flaco. Un churro el infeliz. Mis atenitas bricherin detectaron en una que el sujeto era foráneo (Eso y el hecho de que traía alpargatas puestas. A propósito, en Buenos Aires todos los chicos usan alpargatas en verano. Just for the Record). El flaco no estaba solo. Había otro sujeto con él, que tenía suficientes años para que una muchacha que se alucina cosmopolita como yo (pero que en realidad es una confianzuda), le diga “señor”. Los ojos de la experiencia de Lady M, captaron en el acto que se trataba del padre de la hermosa criatura. Qué lindo, padre e hijo vienen al tercer mundo de fun trip. Cute. Cuando Lady J estaba decidida a dar una de sus matadoras cruzadas de pierna (Aprende Sharon Stone, ¡Aprende!), llegó a completar la mesa familiar una flaca que ni adoptada era miembro de ese crowd. Regia la facinerosa. Yo no sé como las tetas no se le enredaban con los tallarines que se estaba empujando (Jajaja, la más envidiosa pues!). O sea, no hay problema. Un par de gringos pueden compartir la mesa con una regia (¡que no era yo!). No hay problema. ¿Pero tiene que ser tan regia? Algo tiene que tener. ¡¡ALGO!! (Sarita Colonia, Melchorita, dónde están cuándo las necesito?) Y de pronto, como caído del cielo… apareció. La flaca viró un poco y pudimos dar vista completa al top que traía puesto. MIRA!! TIENE TOP DE PUTA! LA REGIA ES PUTA! YEAH! LA REGIA ES PUTA!

Y nada, nos pedimos una ronda de ron con coca cola (que trago fashion, a la mierda) y celebramos el momento. Es que regias de prestancia, quedamos pocas. :D

Vista de Mangos de Larcomar. Lugar de los hechos.

A la flaca no la conozco, pero ese trago si lo he probado. :D