Genésis del mal
Hace un par de días leí una ¿publicación? ¿Texto? ¿Artículo? de La vida de Serendipity donde reflexionaba acerca de cómo es un craso error (o un #epicfail por su hashtag en twitter… jaja, déjame) pensar que uno puede ir en busca del bikini playero un día lunes después de “fiestas”. Estoy de acuerdo, eso no se debe hacer. Pero ¿sabes qué más no se debería hacer? La ropa difícil de usar. A ver, yo digo que debiéramos abolir los bikinis, trikinis, monokinis y toda prenda que le origine problemas a las chicas. Es que nosotras llevamos una vida muy ardua y dolorosa en cuanto a ropajes veraniegos y, a decir verdad, apenas nacemos ya estamos pagando por lo que hizo la madre de todos: Eva (that bitch).
Y es que es así. Eva del Edén es responsable directa de muchas de las calamidades que pasamos las mujeres en este villa del Señor Barriga (literalmente). O sea, la so called primera mujer de la humanidad cometió su rico pecadillo al enchufarle la manzana al pelele de Adán –que sin chistar se la mascó todita, ¡ay, los hombres!- y nosotras, el resto de las mujeres del mundo, tenemos que parir a nuestros hijos con dolor. Encima de eso, como la progenitora de Caín y Abel se tapaba el cofrecito con una hojita de higuera, a las mujeres nos toca emularla vistiendo brevedades de lycra que encima deben tener el interior con refuerzo de silicona para que no se te desaparezca la vaina a la más insignificante ola. Eva madafaka, entérate: la silicona esa se calienta y quema, god dammit. (Debo aclarar a los más avispados –yo sé que hay, yo sé- que es sabido que la hoja que tapaba a Eva era de parra; lo que no es muy conocido es que cuando yo era chica la única hoja que supe dibujar fue la del higo así que mi Eva y mi Adán se taparon con eso. Period).
Y hablando de Adán… ¿por qué los hombres se ponen ropa de baño hasta la rodilla? Olvídense, nadie quiere verlos en zunga, pero, ejem, ¿por qué las textilerías sacan 8 mil bikinis de 1 metro de tela y sólo 1 ropa de baño masculina? I hate them. I hate them all. Cada año es un castigo mayor ir a la playa. Se te mete el calzón. Te lo sacas. Se te mueve el sostén. Te lo acomodas. Te rebalsas del bikini y tienes que remarte hacia adentro de él. Entre tanto, múltiples playeros observan el show al tiempo que chupetean un chorito a la chalaca. Qué mal nos va chicas, qué mal nos va. Caín del mal, el quijadazo se lo debiste meter a tu madre; mongolazo.