De parte de quién?

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Es curioso como uno se acostumbra a un posicionamiento y luego se da con que, al pasar el tiempo, ésta posición cambia, se transforma como aquella materia que no se destruye. (que tal rocón esto último no? Jaja)

Yo nunca fui la familia de nadie. La gente se refería a mí de mil maneras, pero nunca como "la hermana de" o "la hija de". Al menos no por mucho tiempo. De alguna forma es bueno tener personalidad propia y hacerse sentir. Otras veces es complicado porque uno se desacostumbra a ser "hijo de tal" o "hermano de tal", y entonces viene el choque.

Le conté a mi hermana que quería comprarme un tratamiento "exfoliante" para la cara (No tengo la costumbre de echarme cremas a la cara, pero la mamita olga dice que "ya es hora", entonces dije, le haré caso a la mamita olga que tiene 62 pero parece de 50. Regia mi mami. :D) y bueno, le mencioné que mi amiga la Srta. C usa unas cremas de color azul que una vez probé y me dieron una sensación de "la cara más limpia del vecindario", así que andaba buscando dónde conseguirlas. Ella me mandó donde una señora que tiene una tienda a la vuelta de mi casa. "Esa tía tiene catálogos de todo hermana. Dile que vas de mi parte". Dicho esto me fui para mi casa y, conversando con la mamita olga le conté mis planes de "preservación del rostro" (siempre es bueno hacer puntos con la mamá de uno) y me dijo "La señora de la vuelta debe vender eso. Dile que vas de mi parte". Siendo portadora de tamañas recomendaciones (por un momento sentí que estaba yendo a la embajada a pedir visa o algo así), fui a la tienda de la mentada señora. En primera instancia, decidí no decirle "Yo soy hija de..." ni "Yo soy hermana de...", sino que presentarme como "Laura de Van Gogh" (Ese es el nombre de la calle donde vivo pues, y me pareció suficiente referencia. Después de todo, ¿Cuántas Lauras que quieren comprar una crema exfoliadora pueden haber en una calle de 3 cuadras?).

Laura: Hola, yo soy Laura de Van Gogh. (Sonrisa Kolynos)

Señora: Sí? (Arqueando ceja)

Laura: Soy hija de la Señora Olga... (Resignada, pero manteniendo la sonrisa kolynos)

Señora: ... (un silencio del tipo, "sorry reinita, no traje mis pompones para hacerte una barrita")

Laura: Soy hermana de Mónica... (La dignidad ya en el suelo... nadie conoce a mi pinche familia!)

Señora: Si, digame. ("Vas a comprar algo o no?")

Tenía que hacer algo! No puede ser que esta señora desconozca por completo a los habitantes de la residencia Zaferson!!! Y saqué el sable.

Laura: Soy tía de Noelia. (Por favor acéptame!)

Señora: Tu eres tía de Noelita? Ay mamita que liiiiindo. (Sonrisa Kolynos)

Y nada pues, encargué la famosa crema y comprobé que tras años de tener identidad propia y no ser hija ni hermana de nadie... he llegado a la meseta de mi vida. Ahora no soy más que una Tía.