Flaca, te falta un botón.

Tweet

Hace algunos posts hablábamos sobre las pijamas. En específico sobre una mía que tiene mensajes escritos all over. A la hora de los comentarios, sin embargo, las atenciones se centraron en otra pijama... la color rosa pálido, hoy rebautizada como "la circunstancia borrosa".

Dado que hubo miles de comments que pedían que se devele el origen del nombre pijamesco (en realidad fueron 4 comments, ¿A quién engaño? Lo pidieron Chepis, Alfredo, Darío y Dragón), lo que vamos a hacer es PROCEDER a revelar el famoso y la verdad bastante monse blurry episode. (En realidad les voy a contar hasta donde recuerdo. No es que me esté cerrando con la información! No me calumnies varón! Sino que, como les había comentado, la pijama no se llama circunstancia BORROSA en vano. Got it? Exitos!)

Aquí va.

El episodio tuvo lugar hace algunos años, cuando era cheap labor y vivía con 3 roommates en un depa caro ubicado en un país caro (ahora soy cheap labor, pero vivo en mi casa pobre ubicada en mi país pobre :D). El depa tenía dos cuartos, entonces cada roommate tenía a su vez una sub-roommate con la que era vecina de cama. Y, como no podría ser de otra manera, mi sub-roommate era consumidora de ostras, chocolates, frutas tropicales, siete raíces, levántate lázaros y demás menjunges afrodisíacos, ergo... JAMÁS podía yo dormir en mi cuarto porque la flaca siempre llegaba con huesped al depa. (Y no es que si llego yo primero, "me agarro el cuarto"... NO. Ella entraba igual... jajaja, la cagada la flaca. Ahora me da risa. AHORA. En su momento evalué la posibilidad de rellenar su frasco de shampoo con detergente industrial) Y bueno, como yo de por sí soy calurosa, lo que hacía era ir a dormir al sillón de la salita. (Desde chica me han gustado lo sillones. Cuando llegaban invitados a mi casa y faltaban camas, yo siempre ofrecía la mía y quedaba como una sobrina modelo. Secretamente, lo que quería era dormir en el sillón.)

Una de esas noche de salita, estaba con mi pijama rosa pálido ("la más linda del edificio", según me informó un vecino brasilero al que nunca le fui a pedir la tacita de azúcar que le prometí. Damn it.), y tapada con una manta de polar roja. Como siempre, me puse a pensar en tonteras y luego me quedé dormida. A la mañana siguiente, me despierto sin la manta ("se abrá caído al piso", pensé), entonces me volteo para recogerla y no sólo encuentro la manta... también encuentro a un amigo mío que vivía al frente de nuestro depa, tiernamente acurrucado debajo de MI MANTA. (Frente a mi depa había otro depa igualito, donde vivían 4 chicos en las mismas circunstancias que nosotras 4, entonces era común comer, bañarse o dormir en cualquiera de los dos depas. Qué bonita familia, diría la mamita olga)

"Y este conche?" pensé. Seguro ha llegado borracho, no tenía llave, se metió a mi jato, me quitó mi manta y encima se tira a dormir en el piso como un loco calato! "Le quitaré mi manta" volví a pensar. Me senté en el sillón y me alistaba a pararme cuando vi que el 2do botón de mi pijama estaba perdido. En el acto volví a frasear el párrafo anterior: "Seguro ha llegado borracho, no tenía llave, se metió a mi jato, me quitó mi manta, ME HA ULTRAJADO y encima se tira a dormir en el piso como un loco calato!" OYE! le grité bonito. ("gritar bonito" significa gritar como para que él me escuche pero sin despertar al resto. Porque yo sí respeto a mis roommates ya? Esto va para ti pinche ninfómana del carajo! :D) "No te he quitado la manta. Cuando llegué estaba en el piso" balbuceó él y se volvió a dormir. Y yo le creí. (Después de todo, nunca me había mentido).

Hasta la fecha no encuentro mi botón y mi pijama rosa pálido tiene un imperdible en el 2do agujero. Aquel amigo, sigue siendo mi amigo. Aquella sub-roommate, seguro tiene herpes o algo así. (Ay ya, no pongas caras! No le estoy deseando nada fatal... sólo una pequeña ETS de tratamiento ambulatorio. Lo justo!)

Y nada, esa es la circunstancia borrosa. Ya está.