Conversaciones con un reptil

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Desde que visité el Zoológico de Buenos Aires confirmé que los seres humanos somos muy pero muy parecidos a los animalitos. De hecho, hay un par de cosas en las que la similitud es increíble (A veces pienso que deberíamos hasta agremiarnos o algo así). Hoy voy a contarles de la historia de mi amiga la Dragón Australiana (¡Pobre chica!). Resulta que esta flaca vive en el Reptilario del Zoológico con su flaco, y a este jijuna parece no importarle que su casa sea de vidrio transparente y anda persiguiendo a la pobre dragona australiana y la flaca, que acalorada anda, sucumbe ante los meneos de este también calenturiento dragoncillo. Como no podía ser de otra manera, Cosas que Ocurren estuvo ahí para captar el momento.

Aquí vemos a los dragones en plena sesión amatoria. (Hubiese querido captar la persecución del dragón a la dragona… pero mi cámara no es buena haciendo tomas “in motion”.)

30 segundos después... (30 SEGUNDOS Sobrina… y luego la Dragona por qué se queja! Seguro a este dragón le llegó la VERSION CORTA del e-mail del Cerdito y su orgasmo de 30 MINUTOS. Ves criaturita? Por eso es que no se deben leer resúmenes. POR ALGO EL LIBRO DEBE VENIR COMPLETO NO?)

Ejmmm. Perdón.

30 segundos después, el dragón “se retira” de la dragona y se va al otro lado del hogar de vidrio. No hay “cuddle after”, no hay “Good job!” (Jajaja, ni que fuera perro la flaca!). NADA! Pésimo Dragón. Creo que te vamos a mandar a mirar Sex and the City o algo así (De pronto con un par de capítulos de “Intimidades” con Alessandra en el Canal de Cosmopolitan podríamos lograr algo. El directorio evaluará la moción).

Acto seguido, la ya resignada Dragona se acerca lo más que puede a mí. Pega su naricita australiana (e insatisfecha) al vidrio y me mira como diciendo: “Flaca, con los de tu especie también es así?” La tía Lauris responde: “Bueno sobrina, siempre estarán las chick flicks, los helados de 3 bolas y los zapatos en oferta”. La dragona tragó una mosquita e inclinó la cabeza a un lado. Los rumores indican que la flaca ha pedido su cambio a la tienda de mascotas de algún centro comercial. (Cerca de un Blockbuster, una heladería y algún OUTLET de zapatos).