No fue mi intención.

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Y bueno. Ya estoy en Buenos Aires. Y ahora? Jajajaja. Nada pues, para adelante. Qué les puedo decir, la ciudad me ha recibido de manera peculiar. Cuando me terminé de instalar en el Hostel de la Av. Ayacucho, caí en cuenta que cuando me levantase al día siguiente, iba a seguir estando otro país. Para disiparme, lo que hice fue abrir la puerta del cuarto y salir al balconcito que comparto con una ecuatoriana que estudia diseño de joyas (Ay que fashion no??) Una vez ahí, hice un pequeño bailecito similar al que hace Noelia cuando juega a ser modelo y actriz. Un bailecito inocente. Nada sugerente ni mucho menos. O por lo menos eso creía yo. Pero qué resulta? QUÉ EMPEZÓ A LLOVER!! Pero lluvia firme, no tu gotita chispeante, no tu garuita. NO!! La ducha española señorita, yo estaba bien asustada con el tema. Aluciné que mi cuarto se iba a inundar, que el haberme ido de mi país para instalarme en otro estaba ocasionando el freaking remake del Diluvio Universal! Rayos, truenos y centellas Robin (Literalmente). Cómo haríamos? No podía creer que Buenos Aires hubiese recibido mis pasitos milongueros como algún tipo de BAILE DE LA LLUVIA (Versión Chill Out Remix. Claro pues sobrina, siempre con prestancia). Traté de explicarle a los Apus que todo había sido un error (Luego me acordé que los Apus no viven acá!! Damn it), luego invoqué a Carlitos Gardel, a Evita y a su marido… pero carajo que la lluvia cada vez se ponía más fuerte. Pasó la noche y a la mañana siguiente seguía la ducha prendida. Yo tenía que salir a ensayar como ir a la Escuela, así que me armé de valor y fui a comprar un paraguas. (En el hostel me prestaron uno mientras iba y venía con el mío). Sorprendiendo a la platea, encontré la tienda de Santa Fe donde vendían los mentados paraguas y habían MILES. Miles de miles de paraguas ROSADOS. Así es. Todos los fucking paraguas eras rosados pues al parecer se habían acabado los de colores decentes. Y nada, tuve que comprarme un paraguas rosado pues. Si alguna vez hacen una Barbie tamaño natural, yo le puedo prestar mi paraguas con mucho cariño. Como nota anecdótica, justo me puse una blusita lila, entonces ya me veías caminar por las calles bonaerenses con mi paraguas rosado y mi blusa lila… toda sweetie con los colores pasteles… toda una HELLO KITTY KING SIZE. Y nada pues. Feliz Primer Día en Buenos Aires Tía Lauris.