Uno de los placeres de la vida es conversar. A mí me gusta tanto, que converso sola cuando no tengo con quien hablar. O sea, yo prefiero hablar conmigo a ser “la señora loca” que le habla a los extraños en los colectivos, paradas de autobús, colas del banco, etc. Voy a que a mí me agrada charlar pero con gente que esté dispuesta a conversarme de vuelta (¿Existe esto? O sea, ¿“conversar de vuelta”? Creo que eso es algo como el “Te llamo para atrás” de los centroamericanos. En fin, tema para analizar en mi próxima ducha). ¿En qué iba? Conversar sola, sí. Yo me pregunto, me contesto, me discuto, a veces gano. El tema es que el otro día tuve una discusión moral conmigo. Pasa que yo viajo en colectivo todos los días para ir a trabajar y la realidad de las cosas es que yo debería pagar 0.90 centavos por el pasaje, pero siempre pago 1 peso. ¿Por qué hago esto? Pues, cuando yo llegué a Buenos Aires, a mí me dijeron que el pasaje estaba en 0.75 centavos y yo cada vez que subía decía: “Hola, 75 por favor”, entonces me cobraban y ahí moría todo. Meses después (pero VARIOS meses después), me enteré que 0.75 era la tarifa más barata y que –en realidad- a mí me correspondía pagar 0.80 centavos. A pesar de saberlo, a esa altura de la vida ya me encontraba mentalmente imposibilitada para decir “Hola, 80 por favor”. NUNCA PUDE. Y eso que lo pensaba antes de subir al colectivo. “80, 80, 80, ¡¡LAURA!! ¡¡80!!” pero subía y Pavlov, su perro y todo el Kennel Club se retorcían de risa en sus respectivas tumbas (Algunos de pronto en sus sillas… digo, no todos los del Kennel Club se han muerto). Y bueno, a fin de año subieron los pasajes de colectivo. De 0.75 a 0.90 y de 0.80 a 1 peso. También ocurrió que me mudé. Lo que no cambió es que siga tomando colectivo para ir a trabajar. Una vez que cambian las tarifas yo empiezo a pagar 1 peso por el pasaje, dado que si antes tenía que pagar 0.80 entonces ahora me tocaría pagar 1 peso (Y Cantinflas me posee otra vez). Luego me entero que, por la distancia que tengo de la casa a la agencia, en realidad me corresponde pagar 0.90 centavos. PERO YA ERA DEMASIADO TARDE CUANDO LO SUPE. Ahora subo al colectivo y digo “Hola, 1 peso por favor”, y cuando he dicho para pagar 90 centavos, titubeo tanto que el conductor me pregunta hasta dónde estoy yendo y YO SIENTO que todos saben que estuve como 6 meses robándole 5 centavos diarios al país (En realidad son 10 centavos, considerando el viaje de ida y vuelta. O sea, uno será deshonesto para robar, pero bastante honrado para saber cuánto ha robado). Entonces, como ahora estoy pagando 20 centavos de más por día, la auto-pregunta que me hago es ¿Hasta cuándo debo hacer esto? Yo creo que ya pasaron los 3 meses como para ya tener la cuenta saldada con la sociedad pero, ¿Será? Entonces, a diario me torturo pensando si ya terminé de pagar lo que robé y así tranquilamente poder empezar a robar nuevamente. Aish. Y nada, por eso le contesto escuetamente a la gente extraña que me hace conversación... porque estoy hablando conmigo. No interrumpir por favor.