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lunes, setiembre 06, 2010

Una sobre magnitudes y línea blanca.

No dejo de sorprenderme con la capacidad del ser humano para convertir empresas sencillas en proyectos de magnitud muy importante. Magnitud buena y mala. Porque así como hay gente que se ahoga en un vaso de agua (magnitud mala), hay personas que de 2 papas y 1 cubito de carne hacen el más rico de los caldos (magnitud buena)Sin dudarlo y con la mano sobre mi invitación a la fiesta del Dial de Oro 2010 (no tengo una biblia cerca, sabrán disculpar), digo que las madres son señoras de magnitudes de todo tipo. 


Partamos indicando que en mi casa hay 2 cocinas (a gas y eléctrica) y 2 refrigeradoras (la normal y la grande). Hace poco mi mamá compartió en la mesa del almuerzo sabatino que era momento de comprar una cocina nueva. Nadie se sorprendió (la cocina a gas de casa es "la cocina de recién casada" de la señora, es decir que el artefacto tiene más de 40 años). Anunciada la compra, se nos informó también que la cocina a gas vieja pasaría a manos de Leo (quien trabaja con nosotros hace muchos años).Tampoco hubo sorpresas sobre este punto (a algunos nos preocupó la pequeña fuga de gas que tiene la cocina, pero Leo dice que ese gas viene fugando hace años y que si no explotó hasta el día de hoy pues ella no puede ser tan salada de que justo le reviente ahorita. "Bueno", se le dijo). Comunicado el traspaso; la dueña de casa indicó que era propicia la ocasión para comprar una refrigeradora nueva. "Una de dos puertas", dijo. Sobre este punto sí surgió una curiosidad:


-"¿Para qué necesitamos 3 refrigeradoras?"; la misma que fue rápidamente esclarecida.
-"Está la refrigeradora normal, la grande y estará la nueva. La grande (que no es vieja sino que ya no mantiene la cadena de frío a cabalidad (?)) se le dará a Leo; la normal pasará al sector de la cocina propiamente dicha y la nueva quedará en el comedor de diario -donde actualmente viven la normal y la grande". 


Nuestras caritas de todo-suena-tan-sencillo-cuando-lo-explica-mamá, fueron elocuentes. Este, por supuesto, fue sólo el primer tramo del camino. 


Una vez comprados los 2 artefactos nuevos, mi madre se dio cuenta de que la cocina de gas nueva tenía que ir donde ahora está la cocina eléctrica (que casi no se usa y que se compró durante el 1er gobierno de Alan García debido a la escasez de gas de la época. Tomen mientras, compañeros búfalos). Para concretar esta mudanza era necesario romper el muro sobre el que está la actual cocina porque la nueva es de 6 hornallas y no entra en el espacio de una de 4 (no preguntes tonterías pues, hijita).


-"¿Y por qué no pones la cocina de gas nueva donde estaba la cocina de gas vieja?" 
"Porque ahí voy a poner la refrigeradora nueva" (no se pidió explicación del porqué de esa decisión)


Una vez roto el muro, se suscitó la siguiente epifanía: todos los reposteros están muy viejos y hay que cambiarlos. Remodelar los reposteros supone despegarlos de las paredes, lo cual implica retirar todas las cosas de adentro y convertir el primer piso de la casa en un bonito mercado de pulgas. Pero hagámoslo, qué más da. 


¿Qué más da? Tener una cocina semidesnuda te permite verlo todo con mayor claridad, yo diría que hasta te aparece un tercer ojo muy parecido al de Thundera. Ocurre que los reposteros empotrados en la pared habían estado ocultando mayólicas percudidas y paredes descascaradas. 29 años de mi vida estuve desayunando en un muladar y el desayuno estaba tan rico que ni cuenta me di de que me lo estaban sirviendo en un jacal. Afuera baldosas y a lijar las paredes que la peste bubónica en cualquier momento nos visita. Una vez totalmente ultrajado el ambiente, quedó claro que el lavatorio no era el más indicado. Siempre quisimos un lavabo doble y las refrigeradoras, cocinas, reposteros y Alan García nos habían impedido expresarlo de manera apropiada. Entonces adiós lavatorio y ahí sí no quedó nada de nada en este ex-lugar-más-concurrido-del-hogar. 


Actualmente la cocina de casa se parece bastante a la cabeza de un loco calato. Mi familia, albañiles, carpinteros, pintores y Óscar -el jardinero- ("...porque si vamos a estar de obra, de una vez aprovechemos para echar aserrín al jardín...") pululamos por la zona como piojos felices, saltimbanquiando entre mayólicas, viruta, caños y muestrarios de fórmica y trupán. No sabemos cuando terminará la refacción y tampoco sabemos si quedará bien. Lo único que está clarísimo es que mamá está entusiasmada con su proyecto de magnitud importante y eso se disfruta más que un rico caldo hecho con 2 papas y 1 cubito de carne.

lunes, agosto 02, 2010

Estoy en medio de un proyecto de anotación muy ¿interesante?

Hay cosas que uno hace y que no tienen explicación. Por más que se busca en la cabeza, en lo que uno jura y perjura como su zona más lúcida; no encuentra nada para sustentar los hechos previamente llevados a cabo. Ni una oración mal armada, ni un paupérrimo adjetivo... nada. No hay justificación. Aquello que hicimos es un reverendo y absoluto despropósito, un WTF! capital, o, como decimos en Perú, una roca muy loca, loca, locaza.

"La Rolling"

A mi me pasan un montón de esas. Como la vez que quería la edición argentina de la Rolling Stone que tenía en tapa a Johnny Depp como el sombrero loco de Alice in Wonderland. Lo puse en Facebook (nosotros ponemos todo en Facebook) y a los días una amiga que había viajado a Buenos Aires me trajo la revista y a los otros pocos días un amigo vino de visita a Lima y me regaló otra, igualita. ¿Lo inexplicable? Presté ambos ejemplares para que fueran disfrutados por terceros y actualmente no me acuerdo dónde están las revistas. Nunca leí ninguna y la verdad podrían estar en cualquier lugar. ¿Cómo haría?



"El sueño"
Otra gran roca fue cuando soñé con un compañero escolar cuyo nombre es Toño Vidaurre (Just in case: ¡Hola Toñito!).  El sueño incluía a otra chica más, una cámara fotográfica y un montón de zapatillas (?). La cosa es que apenas me despierto del famoso episodio, lo que hago es dejar un mensaje en el muro de Toño, contándole del asunto. ¿Lo inexplicable? Una cosita de nada, sólo que yo no hablo con este chico desde que salimos del colegio (1997). Evidentemente eso no fue impedimento para dejarle una nota extendida acerca de mi sueño en su seguramente concurrido wall. El chico nunca me respondió (no logro interpretar su silencio, mejor dicho, no me atrevo). Bah. Igual, en el cole ya se comentaba que yo era loca. Ja. 

Una tercera piedra en el camino de mis intrascendencias fue cuando -de tanto usar skype- empecé a recibir muchas invitaciones de gente bizarra que no te conoce pero que igual quiere hablar gratis contigo, porque sí (qué sé yo, supongo que en este mundo abrumadoramente globalizado e inter-conectado, todos tenemos derecho a nuestra cuota personal de online flirting). ¿Lo inexplicable? El entusiasmo con el cual mi no-amiga Marina (from Russia) me insistía para que pruebe su servicio de online dating con valor agregado. Un solo requisito: tienes que estar casado y querer tener un affair con un semejante igualmente unido en matrimonio. Nada de ser un vivazo casado que quiere una amante solterita, o viceversa. No, no. La regla es simple: treat yourself with someone else's hubbie, as long as you are other someone else's wife. ¡Pecaminoso, retorcido y lindísimo! (WTF?)




Y bueno, la última cosa sin explicación que he hecho es anotar absolutamente todo lo que he comido y bebido durante la semana pasada entera. Francamente estoy cansada. ¡Como muchas veces al día! La idea no es mía, me copié de un amigo que está llevando un curso en NY (digamos que yo estoy haciendo la versión low budget -mejor dicho, no budget- del proyecto). ¿Lo inexplicable? Que he anotado bien juiciosa cada cosita que me llevaba a la boca (¡epa!), y ahora me siento una pelotuda por que ¡no sé qué hacer con esta información! (Lo primero que diría es que tengo un problema con la bebida, pero eso sería desacertado toda vez que la semana que pasó ha sido festiva y bueno pues, el alcohol y las fiestas van de la mano. A ver, no digo que no pueda festejar sin licor, pero... ¿me explico? ¡JA!). 

Nada, les comparto mis anotaciones. Ojo que esto no incluye el agua ingerida diariamente (los que escribimos este blog celebramos la hidratación y bebemos al menos 3 litros de agua por día. También promovemos la tala indiscriminada de árboles y vamos al baño 8300 veces por día. *sigh*)

Lunes 26/07
01 taza de café cortado. 01 taza de leche. Lugar: casa. 01 taza de café negro. Lugar: Telefónica del Perú. 04 galletas multicereal. Lugar: DDB. 01 taza de sopa covarachía. 01 crepe de champignones, alcachofa y queso. 01 vaso de chicha morada. Lugar: Crepes & Waffles. 01 mandarina. Lugar: DDB. 01 taza de chuño pasi. 01 huevo frito. 01 taza de café con leche. Lugar: casa. 
Martes 27/07: 
Compartido en Twitter. No hubo Re-tweets ni Replies.
En defensa de mi autoestima, el tweet se mandó pasada
la medianoche. ¡JA!
01 taza de leche. Lugar: casa. 01 manzana. 04 galletas multicereal. Lugar: DDB. 01 quiche caprese. 01 suspiro limeño. Lugar: La Baguette. 01 taza de café negro. 01 mandarina. Lugar: DDB. 02 bolsas de popcorn. 04 chilcanos. Lugar: cumple de Patty Exebio @ Barranco.
Miércoles 28/07:
01 taza de canutos en salsa de tomate, atún y crema. 01 mandarina. 2 tostadas con queso crema, palta, tomate, lechuga y oliva. 01 taza de cereal, granola y yogurt de guanabana. 01 taza de café con leche. 01 taza de café cortado. 01 taza de sopa de morón. 04 galletas rellenas de queso. Lugar: casa.
Jueves 29/07:
01 vaso de jugo de frutas. 02 tostadas con queso crema y mostaza. Media pera. Lugar: casa. 01 puñado de pistachos. 06 chilcanos. 01 trucha a la parrilla con ensalada de lechuga, tomate, palta y cebolla. 01 papa amarilla. Medio choclo. Medio waffle con media bochita de helado de lúcuma. Lugar: casa de mi hermana Claudia.
Viernes 30/07:
01 vaso de jugo de frutas. 01 milanesa de calamar con arroz verde y ensalada de zanahoria, tomate y lechuga. 01 mazamorra de piña. 03 tostadas con mantequilla y mermelada. 01 café con leche. Lugar: casa. 02 mojitos. Lugar: Habana Café @ Miraflores. 03 cervezas. Lugar: El Dragón @ Barranco. 
Sábado 31/07:
01 vaso de jugo de frutas. Lugar: casa. Medio sándwich vegetariano y 01 porción de papas criollas. Lugar: Hnos. Pasquale @ Jockey Plaza. 01 porción de torta de bautizo y 01 Mocha Blanco Alto. Lugar: Starbucks Larcomar. 01 chilcano de pisco + piqueos varios. Lugar: Restaurante marino @ Larcomar. 01 algarrobina + 01 pisco sour. Lugar: Huaringas @ Miraflores. 02 cervezas. Lugar: Aura @ Larcomar. 
Domingo 01/08:
01 porción de arvejita verde con arroz y huevo frito + 01 vaso de agua de piña. 02 tazas de café con leche. 02 tostadas con mantequilla. Lugar: casa.
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domingo, julio 04, 2010

Antes muerta que cochina (pero igual, amarrete)

  

Meterse en camisa de once varas. 
Dar gato por liebre. 
Te deseo lo mejor.
No da puntada sin hilo. 
Pásalo lindo. 
Saludos cordiales.



El uso de frases hechas no debería poner tenso a nadie. Son oraciones ya establecidas que otra persona ya pensó y que los demás, por vagancia, inoperancia o pura moda, adoptamos y volvemos a adoptar. Cuando las usamos selectivamente y de vez en cuando, pues está todo bien y los índices de nuestra felicidad gramatical se mantienen nivelados.


Sin embargo, cuando alguien abusa de esta versión verbal de sopa ramen (por lo de instantáneo y pre-hecho, déjame con mis metáforas que nadie entiende), pasa que su discurso decanta en lo reiterativo, poco creíble y aburrido. Eso no es lindo para nada y los que escribimos este blog (Yo, Súper Yo y Ello) nos alejamos -huímos, mejor dicho corremos despavoridos-  de estas personas con síndrome incurable de vendedor de Telemercado.


¿A qué viene todo esto? A que uno de mis hobbies es racionalizar frases hechas. Alguna vez compartimos con los queridos blog-leyentes la contrariedad que nos causa la frase "me cago de miedo"

Y bueno, la frase hecha que hace unos días visitó la zona pajera de nuestra cabeza fue: "Tiene poto de negra". Si me preguntan, este dicho es muy subjetivo y está provisto de al menos media docena de interpretaciones.
Primero: ¿de qué tipo de negra estamos hablando? ¿de una negra de piel casi blanca como Lisa Bonet ("Denisse", la 2da hija de la familia Cosby en el "El Show de Bill Cosby". No me preguntes cómo guardo este tipo de referencias en mi back up mental) ¿o de una negra en cruce étnico con hindú como la mujer de David Bowie; Imán? O, de pronto, ¿nos referimos a una negra power -chata, tarrona y ojiverde- como Rhianna? O a una negra chocolatosa y purísima -valgan verdades, tan requetenegra que su color es una maravilla- como la modelo Alek Wek? ¿O ya nos vamos a lo groovy y pensamos en una negra jamaican look como Lauren Hill?


¿Se entiende lo que digo? ¡Hay demasiados tipos de negras!

Anyway. Una vez, no hace mucho y por todo un día,  yo tuve poto de negra. Pero no en el sentido "frase hecha" del asunto, sino que literalmente mis posaderas se pusieron oscuras. No me caí de nalgas ni hice la de mi sobrinito y me pinté las partes nobles con marcador indeleble. No, no. Lo que ocurrió fue que me compré un par de leggings baratos, de esos que adquieres por "cuarto de docena" para salir del paso. Y las consabidas calzas me tiñeron el rabo de chocolate bitter sin la más ínfima gotita de azúcar. Lo peor es que me di cuenta cuando estaba en la agencia y me tocó ir al baño a hacer pis.

DISCLAIMER: IF YOU KEEP READING YOU MAY REACH ADULT CONTENT. ALERT! ALERT!

¿Se visualiza la situación? Uno está trabajando, metido en el quehacer diario y de pronto siente un llamado fisiológico que debe atender. En virtud de ello se acerca a los cuartos de baño y embute sus posaderas en el trono donde todas somos reinas; finiquita su acto, se higieniza, jala la palanca, VERIFICA QUE EL TRONO HAYA QUEDADO APTO PARA OTRAS REINAS (esto es algo que no todas las damitas hacen, eh) y luego se recompone de prendas para salir a lavarse las manos y continuar con su vida.

Ahora, ¿qué sucede cuando entre la jalada de palanca y la verificada de trono, uno se da cuenta que todo el anillo del inodoro está negro? God dammit, piensa uno. Lo único que queda es agarrar papel higiénico y empezar a sobar el water para tratar de salvar la situación (también podrías subirte los calzones primero, pero de eso me di cuenta cuando ya tenía como 10 minutos limpiando y con las ropas por el piso. Convengamos que es un tema de prioridades. Personalmente, antepongo la limpieza a la frontal nudity)

Y nada, me tocó repetir el proceso de lustrada de excusado durante todo el día hasta que llegué a casa y procedí a sobar la zona afectadada hasta que pasó de negro a rojo. Moraleja: no te compres leggings de 10 lucas, compañera. No seas tacañas, pues.

lunes, junio 21, 2010

Carne es lo que hay

Hola. Sí. Buen día. Bom dia. Guten Morgen. Bon Appétit (Ja, no sé decir buenos días en francés). Long time, no see. I know. C'est la vie. Tawa Canal Limamanta Pacha (Esta frase última no tiene nada que hacer aquí, pero de alguna forma me sentí en la necesidad de incluir algo en quechua y eso fue lo que se me vino a la mente).

Sex and the City 2, (¡Qué ocurrencia para el retorno, eh!). Los que querían verla ya lo hicieron. Los que querían hacer un big deal acerca de verla, también lo han hecho. Los que querían hablar pestes no han perdido el tiempo ni el filo de sus lenguas en concretar sus intenciones. Los machistas ya la han aborrecido, y las feministas carecen ya de vestiduras para rasgarse. Ya todo se ha dicho sobre las 4 chicas (señoras) de Manhattan y convengamos que enough is enough

Ahora, ¿podemos charlar acerca de lo que nadie dice de la peli?  Dale, que sí. 

¡Jamás vi filme donde el hombre fuera tan objeto sexual como en este largometraje! Si quitamos las escenas de Carrie y sus amigas; lo que nos queda son puras tomas de hombres churros y acercamientos de pipís (un par de ellos bien de cerquita, eh. PG-18 at least. Felizmente la bebida me la pedí con hielo, hija).

A ver, no me quejo, pero me sorprendió (¿abrumó?) un poco la situación. Y es que no estamos acostumbrados a ver tanta carne de hombre en la pantalla grande (ni en la chica. Bah, ni en la vida real. ¡Ja!).


Generalmente le dan un papelito loco a un flaco con su sixpack bien trabajado y a ese solo hay que repartirlo entre toda la sala del cine; pero en SATC 2 de principio a fin surgen varias posibilidades pa'comer y pa'llevar (y pa'l calentao de la mañana, faltaba más)

¿Liberación femenina reloaded? ¿estrategia de marketing para re-asegurarse la afluencia gay a los teatros? ¿excelente casting masculino que fue imposible descartar a los finalistas y tocó incluirlos a todos en la película? 
¡JUM! Jamás lo sabremos. Pero la próxima te voy a pedir, Sarah Jessica querida, que le metas más billete a la producción y hagas el filme en 3D. O sea, si me emocioné cuando sentía que tocaba las semillas del árbol de las almas en Avatar, no soy capaz de imaginar la cantidad de neuronas que incineraría gustosa de poder meterle mi ojo color café a alguno de los boy toy de SATC (que la Mamita Olga me perdone la sinceridad vomitiva que me viene poseyendo, pero es que he estado escuchando Calamaro todo el día y mis dedos se han vuelto aletitas de salmón).

A esta altura creo que ya quedó claro que me importan 5 pepinos encurtidos + 2 berenjenas en escabeche si la amiga Carrie Bradshaw usó un top que decía J'adore Dior en un mercado del Lejano Oriente. Es un hecho de la vida que necesitamos más películas como Sex and the City 2 en el mercado. Ya que estamos y ahora que está de toda moda hacer remakes, aprovecho la oportunidad para pedirle a los broadcasters que saquen al aire una versión de Baywatch pero dedicada a chicas y gays, por fa. Todo bien si de cuando en vez aparece una Pamela Anderson o una Yasmine Bleeth rescatando a algún niñito ahogado por ahí; pero sería ideal si en la mayoría de capítulos los salvavidas están entrenando, secándose el sudor con la camiseta, cortando el césped sin camisa o apareciendo -bien untaditos de grasa- por debajo de un auto deportivo.



COROLARIO:
A quienes no comprenden nada de este escrito y se sienten totalmente desolados por ello, les dejo el trailer de Sex and the City 2. Y a quienes sí entendieron y ahora sonríen -o no- les invito a avanzar el vídeo hasta el minuto 1:35 y además les dejo de pista 3 palabritas: Australian Soccer Team. ¡MA-MI-TA!

domingo, mayo 23, 2010

ta-TÉ-ti

Hagámoslo sin vaselina (pude haber escrito "Digámoslo sin asco" o "Vamos sin preámbulos",  pero sospecho que la introducción que elegí  me va a rebotar más búsquedas en Google. ¡Bien!). 

Va de vuelta: yo me pregunto: ¿qué onda el té? O sea, en serio. Me fui del Perú apenas empezado el año 2007 y Dios es mi testigo de que nadie tomaba té en este país. De hecho, hasta hace poco se podía identificar sólo 2 tipos de bebedores típicos de té: el resfriado y el enfermo del estómago (En esta parte algunos se alzarán a decir "¿y qué pasa con los "té de tías"?". A ellos les digo que durante toda su vida, la Mamita Olga ha sido una ávida asistente a múltiples eventos que en su nombre llevaban la palabra "té": El té de las Damas de San Borja, El té de la Directiva del Club Huancayo, El té de las ex-alumnas de María Auxiliadora, El té de las esposas de los ex-alumnos del colegio militar, y un largo etcétera. Por años he observado a mi madre ir y venir de esas reuniones y créanme cuando les digo que ahí nadie toma té. Dejémonos de inventar por favor).

Como prueba adicional, pongo los adjetivos que mis hermanas me lanzaban cada vez que yo encontraba ocasión para beber té: cuando pedía té jazmín en los chifas; posera, cuando le sacaba el jugo al 2x1 en Long Island Ice Tea de TGI Friday's; alcohólica, cuando quería que me enviaran una caja de "Passion Tea" a Buenos Aires; atorrante (Starbucks no había abierto en la Argentina en esa época). 


Como si en este punto hubiese necesidad de más evidencia, comparto con ustedes que fue el frío bonaerense el que me hizo participar de una costumbre que antes había visto sólo en películas: el té con leche. Resulta que en la Argentina la gente no se reúne a "tomar lonche", sino que "a tomar el té". Algunos toman cualquier cosa menos té, pero hay muchos que efectivamente mezclan té, leche y el edulcorante de su preferencia.
Y bueno, convengamos que de 28 millones de peruanos, un porcentaje mínimo tiene anotado en su agenda "Té a las 5pm con fulanito".


¿Pero qué pasó, entonces? En 2008 vine de visita corta y una amiga me sorprendió preguntándome si quería tomar té burbuja. De inmediato pensé que se trataba de alguna bebida gasificada y como no soy fanática de la gaseosa (a menos que venga mezclada con licor), pues decliné la invitación. 

Luego de investigar un poco, recién este año probé el famoso bubble tea. Debo decir que fue una experiencia traumática en la cual tanto la garganta del amigo @uterope como la mía fueron brutalmente desvirgadas por una recatafila de pelotas de yuca (tapioca, mandioca, la misma vaina)

En conclusión: el té burbuja fue una experiencia para no repetir y nunca más atinada la expresión gringa de not my cup of tea.

Ya en 2009 volví a pisar tierra nacional por un plazo breve y, dado el cambio de estación de ese momento, todo el mundo tomaba té helado. No me pregunten cómo, hoy en día la lista del mercado de casa incluye al menos un six pack de Free Tea o Lipton Tea o Whatever Tea. Yo no entiendo cuál fue la estrategia de marketing (y yo soy marketera) y mucho menos la idea publicitaria (también soy publicista) detrás del boom del té en el Perú. 

Lo único que tengo claro es que, luego de 3 años de desmesurada ingesta de teína por parte de los peruanos, debemos ser sin duda la población más estreñida del mundo (Sólo detrás de China e Inglaterra. Esos pobres nos llevan siglos de ventaja). Y nada, que Dios y el ex-lax nos ayuden. 

lunes, mayo 17, 2010

La verdad de la mentira (*)

Todo el mundo sabe que la moda se reinventa constantemente (y quien no lo sabe, pues entérese). Lo que usó tu mamá ahora lo usas tú. Con su vuelta creativa agregada, es cierto, pero básicamente es lo mismo. (Convengamos que la elastimona del ayer fue el body de los 90s, que hoy -2010 nada menos- está volviendo en su versión nuevo milenio y sabe Dios cómo le iremos a llamar). En virtud de esto, hace semanas vengo haciendo observación y análisis del nivel de engaño en el que nos gusta vivir sumergidas a las mujeres.

A ver, ¿qué onda el legging? Son como pantimedias gruesas ¿cierto? Es indistinto si su material es algodón, elastano, látex, spandex o whatever; el punto es que los leggings son un ejercicio mejoradito de las medias de nylon.

Yo te pregunto, amiga esclava de la moda: ¿tú sales en pantys a la calle? (Si la respuesta es sí; deja de leer esto de inmediato y anda conversa con tus padres, te pido por favor). Si la respuesta es no y viene provista de sorna, como quién dice "¿quién podría ser tan desquiciada de salir únicamente en medias veladas a la calle?", ¿te puedo preguntar, corazoncito, por qué no te causa reparo alguno calzarte un legging y ponerte apenas un trapito por arriba y listo el pollo, vamos a bailar?

Yo no tengo una explicación o sustento para esto, y al tiempo mírame cómo tengo el cajón del ropero lleno de leggings de todos los colores. Es una hipocresía absoluta y me revuelco en ella como marrano en el barro (con legging, obvio). Tratemos de ser dignas, chicas: la verdad de la milanesa es que estamos en calzón en plena calle y a nuestras madres, hermanas y amigas no le hace el menor ruido esta situación. Se acabaron los vestiditos híper-cortos que te hacen sentir un poco putita... ¡ponte un legging debajo y que tus amigos te llamen Sor María de Todas las Gracias! Really, o sea, con legging o sin él, el vestido te sigue quedando a la mitad de las nalgas, mi vida. No te engañes.  Asume no más. La vida es así, lo que no te mata te hace más fuerte y, para efectos de los ojos masculinos, igual estás en pelotas. 

La de abajo es una foto referencial de los ojitos de aceituna que ponen los chicos -pobres, en verdad- cuando ven un par de patrullas** embutidas en el famoso legging.


Y nada, como la única manera de liderar es con el ejemplo, yo empiezo: mi nombre es Laura Zaferson y varias veces por semana salgo en calzones a la calle. Mamá, hermanas, amigas: mis posaderas cachetean el viento con bastante regularidad y es importante que sepan que eso no va a cambiar (a menos que pase de moda ¡obvio!). Así que por favor quiéranme así tal cual soy, porque esto que ven: ES LO QUE HAY


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*Con algunas "s" de menos, el título de este post me lo ha prestado Mario Vargas Llosa. 
**Patrullas: Patas, piernas. Ya pues, no seas lenteja (lento).


martes, mayo 04, 2010

El tamaño nunca fue tan importante (hasta ahora)

Una de las cosas más increíbles que nos ocurren a los seres humanos es aquello que tiene que ver con las mentiras que compramos sin el más mínimo regateo. No hablo de las falacias que nos dicen (¡ese es un cuento totalmente diferente y sobre el que ya elaboraremos!) sino de las que uno mismo combina, construye y culmina con la misma pericia que un arquitecto ejercita -sirviéndose de una chancadora de piedra, una mezcladora de cemento y una piara de obreros- para levantar un rascacielos que va desde el 5to subsuelo al penthouse.

Y es que los fraudes que gestamos y luego compramos pagaderos a 3 millones de cuotas y con todos los intereses del caso, son inconcebibles. Uno se convence de cosas insólitas y tiene el cuajo de irlas repitiendo por la vida con la seguridad y el ego de la primera chica del salón a la que le crecieron las tetas (Santa Natura: sigo esperando mi momento, eh).

Pongamos como ejemplo a mi hermana. Casada, 2 hijos, linda casa, linda vida, una típica qué-chinche-me-caes-de-lo-bien-que-te-va kind of girl

Ahí donde la ven, toda profesional, exitosa y saca pica, mi sis estaba convencida de que para comprar tampones, ella debía hacer una comparación mental entre el tamaño del tampax y the manhood of my brother in law. ¿me explico? O sea, uno entra al supermercado, llega a la góndola de higiene personal, pasa los jabones, cremas y ceras depilatorias y llega al rincón de las toallas higiénicas y tampones. Acto seguido, se pone a pensar si su significant other es small, medium o large (Claramente estas medidas NO TIENEN NADA QUE VER con el flujo menstrual, no, no, imagínate qué tal ocurrencia; sino que están obviamente relacionadas con los dotes peneanos del marido/novio/booty call de turno.¡Pero si está clarísimo!).

A ver, yo no soy la canchera de la familia (¡tan apropiada esa "n" al medio, eh! jaja), pero sabe Dios cuántos inhaladores Ventolin habrán sido necesarios para que mi asmática hermana llegue a este nivel de alucinación. Es cierto que en casa ejercitamos mucho nuestra capacidad de inventiva (yo tengo una teoría que tiene que ver con que la Mamita Olga -con la ilusión de que sus criaturas estén llenas de fósforo- nos dio de comer pescado antes de tiempo. Al menos un centenar de espinas debemos tener clavadas en el cerebro, de otra forma no me explico cómo aparecen estas ideas en nuestras cabezas), pero lo que también es cierto es que mi hermana querida supera toda mi habilidad para la simbolización y el pastrulaje. Y eso que yo pongo a conversar a los dedos de mis pies (y otra vez tengo que acordarme de no compartir tanto). 

Pero, a ver; ¿cuáles son las conversaciones posibles respecto a este tema, digo yo? ¿Quizá una mujer en un baño de discoteca cuchicheando con su amiga que ella no puede usar tampones porque su marido es un aventajado de proporciones? (o, convengamos, nadita dotado que no le calza ni el small / mini) ¿O quizá una charla de shower donde una dice "mi novio es OB large" y la trampa undercover se ríe para adentro y piensa "ese no pasa de Stayfree medium". Ja, ja, ja.

Y es que mentiras así son las que nos gusta comprarnos. Así de locas. Como mi hermanita linda. Como yo. Como el pescado que llevamos dentro. Ese mismo que como deben sospechar, es un salmón :) 

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lunes, abril 19, 2010

Veo, veo ¿qué ves?


Así como Cristo tiene un juego de clavos que le atraviesan pies y manos, yo ostento un dardo a la mitad del pecho, que más allá de hacerme doler el esternón como una condenada, me provoca una cantidad de dudas que sobrepasan mi habilidad para contarlas (A propósito, ¿alguna vez han pensado hasta qué número saben contar? Yo sé decir un montón de números, pero lo cierto es que no sé exactamente que tan lejos puedo llegar diciendo un dígito tras otro sin detenerme. En fin). 

Y bueno, que mi madre me perdone por lo que procedo a escribir, pero yo veo pipís por todas partes. My name is Laura and I do live in pipiland (“Hello Laura”). Por las paredes, en las veredas, en el respaldo de los asientos del bus, dibujados con esmero en el polvo que cubre los autos de la calle, en las mayólicas de los baños públicos y privados (wtf?), grabados en el cemento fresco de alguna construcción in progress, y así y así, como una suerte de “Paseo de la fama de los penes”, los habitantes de Lima me han hecho testigo de la pipificación de esta urbe que me acoge desde que nací (aunque para ser justos, cuando he vivido fuera también he visto un montón de pipís. Ja, ja, ya salió la cochinada. Estos blog-leyentes, caray). 

La pregunta en cuestión –el dardo, that is- resulta siendo: ¿¡qué diablos le ocurre a estos pornógrafos wannabe?! No entiendo. ¿Cuál es el móvil para llenar cualquier superficie limpia con un remedo de pene (algunos incluso se esmeran en los detalles, sólo faltaría que firmen y cobren por exhibición)? Responsabilizo a los maestros de escuela que no pusieron coto a esta situación cuando sus alumnos –con claro síndrome de miedo al vacío- repletaron de miembros ¿viriles? cuanta silla, carpeta o escalinata pasara por sus ojitos pajeros y sus jetas colgadas.

Recuerdo con especial estupor cuando me encontré por primera vez con uno de estos garabatos: era la época de exámenes bimestrales y a uno lo mezclaban con gente de otros salones para evitar plagios y demás. De la nada me vi en un aula ajena con gente que coincidía conmigo únicamente porque nuestros apellidos empezaban con la misma letra. En medio de esa confusión, alcé la ceja y arqueé el cuello frente al dibujo plasmado en mi carpeta de turno. "¿Qué carajos es eso?", pensé. Luego, la ceja y el cuello se acompañaron de los ojos de huevo frito cuando una jovencita de otro grado –Atención exalumnos: su apellido es con Z- muerta de risa se sentó encima del mamarracho aquel y empezó a emulsionar sus carnes –que no eran pocas- sobre el esperpento. Yo no sabía que estaba pasado pero sabía que estaba mal, muy mal. Ese pasaje de mi vida fue equivalente a cuando Eva mordió la manzana y se dio cuenta que estaba calata; a partir de ahí, los penes me persiguen y los veo en todas partes. Y nada, el día de mi juicio final -cuando Dios me coja confesada- cuento con que sabrá disculpar mi distorsionada capacidad de simbolización y me dejará pasar sin peajes ni roturas de mano, hacia la nube donde pululan los píos de corazón. *sigh*

Como atinado corolario del texto que les dejo aquí, les comparto este viral que está buenísimo. Ojo, es PG-18.

miércoles, marzo 10, 2010

¡No estoy de acuerdo Sportacus!

Está claro que tengo un montón de problemas. De aquellos que dan risa venimos charlando hace 5 años en este blog dicharachero, así que hoy toca botar del cuerpo los issues míos que considero "no-divertidos" y que por eso mismo suelen dejarme la expresión obnubilada, pensativa y llena de introspección (Ja, con esta introducción cualquiera pensaría que estoy por confesar que soy fan de la golden shower jajaja. Oh no, not today).

Me pasa que mis niveles de intolerancia empiezan a desesperarme. A ver, yo siempre me había pensado como una mujercita muy tolerante o al menos una tolerante selectiva, (salvo en casos como este donde mi apertura de mente es nula); pero todo indica que a la vejez me han dado serias viruelas porque no aguanto pulgas, mato zancudos e incendio toritos a discreción. Así, mi incomodidad de turno tiene relación directa con la modalidad practicada por los canales de cable dirigidos a niños, la misma que he podido sufrir con detenimiento de tortura china a lo largo del periodo sabático que he pasado al lado de mis pequeños sobrinos (Dicho sea de paso, sabbatical is off. Hoy empezamos de vuelta a trabajar).


Preguntémoslo: ¿Qué pasa con la forma de hablar que usan los personajes de los dibujos animados, series y programas en vivo de la actualidad? Entiendo que por temas de presupuesto no puedan hacer locuciones para cada país, pero considero que ya se han tirado al abandono idiomático en su desesperación por alcanzar diálogos neutrales entre los discovery kids y los disney channels; y es que yo no sé los críos de los demás, pero mis sobrinitos parecen clones de Hannah Montana y los Jonas Brothers cuando hablan. Para empezar, sólo construyen frases en presente, pasado y futuro y superan con total desprecio las demás conjugaciones. A la pregunta "¿Dónde está tu hermano?" la respuesta es "Yo lo buscaré, tía Lauris. No descansaré hasta encontrarlo" (O sea, esa es la respuesta que te da un Power Ranger). Por otro lado, el "ya" no existe más. Los niños de hoy dicen "de acuerdo" (o también "Ok", aunque ese término lo usa sólo el mayor de mis chiquitines, el que tiene 10 años. "Vamos al cine". "Ok". "¿Quieres canchita?" "Ok". "¿Cómo estuvo la película?" "Ok". "¿Metemos la cabeza la water?". "Ok".)   Y nada, el "de-acuerdismo" de los otros 3 piojos me revienta.

Tía Lauris: Avanza con esa comida, niña.
Noelia: De acuerdo, pero tengo que decirte que ya no quiero más.
Tía Lauris: Ya te falta poquito Noe, vamos que está rico.
Noelia: De acuerdo, pero tomaré un poco de agua primero.
Tía Lauris: Ya, pero no te llenes de líquido ¿eh?
Noelia: De acuerdo, haré mi mejor esfuerzo. 

Yo sé que son quisquillas, y acepto que es absurdo que me joda, pero... ¿alguien sabe cómo detener esta tendencia? Vamos, cortemos por lo sano -o por el cogote- esta situación. Una pequeña amenaza, quizá algún diminuto amedrentamiento y sanseacabó. (Y hablando de sanseacabó, el otro día llamé a Speedy para que me ayuden con el Internet de casa. El muchacho del call center me insistía con que yo no podía hacer reclamo alguno dado que ello correspondía al titular del servicio y yo le terqueaba con que mi padre -desde el cielo- difícilmente podría darle un llamado. Ante esto, el joven no tuvo mejor solución que sugerirme el cambio de titularidad. Accedí y solicité los requisitos. Bla, bla, bla, CARTA PODER DEL TITULAR ANTERIOR, bla, bla. ¿Cómo haríamos? O.o A propósito, para más aventuras sobre el servicio de Telefónica, échele una miradita al #Speedygate desatado en Twitter hace unos días)



Y bueno, ¿alguien siente mi dolor respecto al vocabulario LazyTown de las nuevas generaciones? Por supuesto que sí. Han de saber, mis muy queridos, que este blog no es el único que se pone denso con este tópico. El averno que les cuento y que ocasiona el dolor actual en mis oídos avejentados es compartido con tanta o más urticaria por una vieja amiga y nueva blogger colombiana en su texto Sala de Maternidad. ¡Las virulentas al poder! Je, je.

jueves, marzo 04, 2010

Ludopatía del mal

Este será sin duda el post más geek que haya escrito en mi vida -y mi amigo @cesarduarte se excitará al menos un poquito. Shall the nerdiness come out. 

Hace poco aparecía en Peru21 una columna de Patricia del Río haciendo referencia pequenísima a un Buzz mío. (¿Que no sabes qué es Google Buzz? No te preocupes, yo no tengo ni la más pálida idea y aún así lo uso porque si es rápido y es gratis, why not?) En aquella se hablaba del -a veces divertido, others just scary- perfil patológico que tenemos quienes nos servimos de la Internet para comunicar todo -vamos, casi todo- pensamiento que se cruce por nuestra cabecita de melón.


Y nada, a propósito del uso desmesurado y hasta obsceno que le damos a la web, recientemente me topé con el Buzz de @uterope en el que se debatía acerca de la apuesta ideal entre dos personas. Como no puede pensarse de otra forma, comenté (Y es que nos resulta imposible quedarnos callados; esa es la patología previa a comunicarlo todo -vamos, casi todo- usando la red). ¿Qué comenté? Apenas un chascarrillo: el que pierde la apuesta debe quedar desnudo. Avispadamente, la platea propuso que la chascarrillante -me inventé una palabra- participe del calateo.

Abejorramente -me inventé otra palabra ¡qué viva el dadá!- la chascarrillante sugirió a través de canal interno que el chascarrillado y ella se fajen en una partida de ajedrez (caigo en cuenta de que esto último es lo verdaderamente geek del post). Strip chess, para ser exactos. El chascarrillado entonces adujo bluffing  y de esa forma mancilló la honra estriptisera de la chascarrillante, motivo por el cual debo compartir lo que viene.

Allá por el dosmil... pucha, hace años, se organizó una partida de Strip Jenga en casa de un amigo queridísimo. En ella participamos un japonés, un austriaco, una italochina y yo, que salvo mi bisabuelo griego soy bastante peruanita. Chicas vs. Chicos. Se te cae la torre de palitos, afuera 1 prenda. Como dije en el Buzz de @uterope, yo difícilmente apuesto algo, salvo cuando tengo lo más cercano a la certeza de que voy a ganar. Y bueno, convengamos que mi pulso es bastante bueno (considerando mi fracaso en cualquier actividad motora fina y motora gruesa en la que me involucre, esto es un GRAN mérito para mi, así que no me tires abajo diciéndome que tú también tienen buen pulso ¿ya?). Previsiblemente, el austriaco quedó en boxer y el japonés calato -bah, tampoco somos tan ratas, se le permitió sentarse para que pudiera tapar sus partes nobles con la mesa de comedor- la italochina quedó digamos que en bikini y la que suscribe perdió los zapatos, las medias y los aretes.

Y mira qué bonito, posts como este le hacen una venia a Patricia y al tiempo le advierten a @uterope. Multipurpose, oh yeah.





La 1era foto es de Andrés Calamaro con corte de pelo nuevo y va porque ahí al ladito se hizo referencia a su gran tema "El Salmón" (Ya que estamos, va el vídeo).
La 2da foto es de César Vallejo, precursor del dadaísmo en América Latina con "Trilce".
La 3era foto es la de un Jenga y la obtuve de masjuguetes.com 

sábado, febrero 27, 2010

Tres cuestiones tres (*)

Dicen que la distancia es el olvido, pero en este blog claramente no concebimos esa razón (es pertinente comentar que nos agrada la versión de La Barca que hace Luis Miguel. Listo, lo escupimos: los cuadríceps se nos tornan trémulos cuando pensamos en El Sol). Y es que por más que yo dejé el nido familiar hace varios años, no he logrado despercudirme de las viejas mañas aprendidas en él; y ahora que he retornado a esta residencia samborjina convivo con el diario darme cuenta de que la mamita Olga mantiene intactas sus particularidades y, si acaso, las ha potenciado llevando el término reloaded a un nivel impensado, prodigioso; vamos, altamente diestro.


Cuestión 1, la mamma mía ejercita su incorrección política con la furia de un adolescente urgido. El otro día me preguntó si yo me inventaba este blog. No madre, cómo crees. le dije. ¿Entonces quién es el que te dejó la marca en el cuello a los 21 años? me sorprendió. Ay, mami. ¿qué te importa? repliqué ensayando frescura. Yo creo que es fulanito, sino también puede ser menganito. tentó, vivísima. Ja, te veo bastante aplicada Olguita ¡bien! (Los que me han gozado -¡epa!- dirán que soy caradura al sacar al frente de esta forma a la mujer que me ha dado de lactar; así que para quedar even con ella les cuento una mía de la que no dejo de reírme: hace como 4 años salía con un chico al que le dije que el grado de summa cum laude me parecía de lo más pretencioso. Hace poquito y a través de linkedin -mira qué moderna tu tía Lauris- me enteré que aquel querídismo tenía ese laurel académico. Mamita, ¡no hay duda que soy tu hija!)

Cuestión 2, ¿qué onda el teléfono inalámbrico nómade? A ver, entiendo el concepto "sin alambres" y que qué lindo. No obstante, aún pienso que el aparato este debería procurar estar colocado en el dock cuyo espíritu es precisamente ese: ¡contener el teléfono! Supongo que tras años de sentirse encadenada a la pared por culpa de las primeras versiones del invento de don Graham, hoy en día mi mamá se permite la obscenidad de pasearse por la casa en un charle que te charle que pareciera no tener fin, pero que cuando lo tiene nos deja como corolario que el aparato telefónico aparece en el baño, en el jardín o en las escaleras. Nunca le den un bluetooth a mi mami que estoy segura que sale calata a la calle. (Call it even #2: hace poco salí en toalla al balcón de casa y tenía el celular entre el hombro y la cabeza. Al levantar el brazo para colgar la toalla de mano ¡zaz! se me cayó la del cuerpo. Quedé desprovista de toda prenda y a la intemperie. Eso sí, el celu ni se movió y la persona con la que hablaba nunca supo que al otro lado de la línea había una chica desnuda)

Tengo una cuestión 3, pero soy marica y no la soltaré. Convengamos que la mamita Olga me echaría a patadas de la casa y en ese caso no podría acogerme al refrán del que me colgué para volver a este hogar: quien se va sin que lo boten, regresa sin  que lo llamen. Perdonen la tristeza (**).




(*) El título capicúa hace referencia a la foto que ilustra este post, la misma que ha sido tomada del Facebook una muy querida ex-conviviente. Detalle curioso: las 3 formas de hacer el número 3 con las manos corresponden, en sentido horario, a Brasil, Argentina y Perú. ¿Qué interesante no?
(**) Vamos César Vallejo, todavía.  

lunes, febrero 15, 2010

¿Qué estaré pagando?

Yo no soy muy playera que digamos pero me encanta entrar al mar, literalmente tienen que aventarme una manta raya para que retire mis carnes del agua. Tampoco soy muy amante del bikini pero comprendo la necesidad de usarlo en lugares públicos (como este desde el que les escribo a pesar de mi auto-exilio). Ahora, siempre supuse que habría consecuencias -venganzas del universo- por mi poco fanatismo hacia la arena y mi desdén confeso por las peripecias que la fémina atraviesa cuando pretende lucir -apenas dignamente- un terno de baño (así le dicen en Ecuador al bikini y lo comparto pues me causa honda ternura).

No obstante, jamás pensé que la vida me cobraría centavo a centavo -como quien desangra a un pollo con gotero- tan imperdonables soberbias de mi parte. Y es que no es de creer la cantidad de disparates que me han acontecido desde que empecé estas vacaciones del mal (Sábado 13/02 - 6am). Primero, la hora. O sea, ¿quién sale a las 6am de vacaciones? ¿Acaso the whole idea de vacacionar no es poder levantarse tarde? A destiempo comprendí que el propósito de hacerme madrugar tan obscenamente era poder tomarme una foto babeando el cinturón de seguridad (adjuntamos registro).

Luego, ¿qué onda la payasada estudiantil en los viajes, eh? Claramente mi familia no me respeta (¿alguien lo hace? Espero que alguno esté levantando la mano en este momento). Ocurre que como el espíritu del periplo -tan rico que suena esa palabra: periPLO- es recorrer muchas playas hasta llegar al norte más norte del Perú, hemos estado haciendo paradas técnicas para cosas importantísimas como tomar fotitos y tener qué subir a Facebook (porque si tus vacas no están documentadas en Facebook, entonces no te fuiste a ningún lado pues reina. O sea * Hello * Ubícate. Ja, así dice mi sobrina Noelia (09))  ¿Y qué fue? Ahí está una de las fotos creativas que MI FAMILIA me toma (Por cierto, un saludo a todos los finos residentes de la pujante Paramonga).

Después, ¿algún especialista en insectos abordo? En verdad requiero una explicación respecto a la evolución de algunas especies a lo largo del litoral patrio. Conforme voy escribiendo, mi prontuario de asesinatos de bichos va in crescendo. Mi arma homicida es la más reciente revista Somos -que me traje para el camino, mira qué fan. Y nada, lo más espeluznante que maté hasta ahora ha sido un presunto torito disfrazado de tortuga galápagos. Qué tal vainaza, carajo. Desde aquí puedo ver su cadáver mientras sorbo Powerade Multifrutas para recuperarme de la gresca. Torito del mal, de bicho a bicho te digo: no pudiste conmigo la puta que te parió.


Por último, tengo a mi sobrinito Franco (06) de compañero de habitación. Yo no sé cómo está decodificando mis transmisiones este mozalbete pero hoy a la mañana yo tomaba sol y el niño me palmeó la espalda y me dijo: "¿Cómo estás, yegua?" No sé ustedes, pero yo -ni con todos los chilcanos y cubalibres que traigo encima-  logro gesticular un What The Fuck? que abarque esta situación.



*En la foto aparecen Noelia y Franco, que además de insólitos son surfers. Sí, súper chinches. :)

miércoles, febrero 10, 2010

La asustada (sin teta)

Está claro que el niño que en el pasado recibía múltiples lapos en la nuca es el hombre del presente que porta 3 celulares y está anotado en la waiting list para el Nexus One. También es un hecho que la niña que en el pasado fue al menos entrada en carnes -trozudita prefieren algunos- es la mujer del presente que constantemente se siente una vedette cuando se pone alguna ropa un poco apretada. Convengamos que a mí en el cole nunca me metieron un lapo; convengamos también que yo de chica no dejé pasar una sola comida. Vamos, nunca fui la más gorda del salón, pero bien cerquita que estuvimos (¿les había comentado que lo que más me gusta de mi cercanía a los 30 años es que me llega todo? Bah, ahora lo saben).

¿Y qué estragos me ha traído mi pasado, digamos, contundente? Pues que en el presente sigue vigente mi alma de gorda. No puedo con ella. Mis caderas que parecen carreteras (AKA "el caderón playero") me persiguen a una velocidad que soy incapaz de rebatir y ni todo el amor que hay en mi corazón (que es un montón, sépanlo) ha logrado querer a esa porción desbordante de mi ser. Las personas que hacen deporte -esa gente que es toda festiva y que parece carecer de problemas- siempre me recomiendan involucrarme en alguna disciplina física que me ayude, al menos emocionalmente, a superar mis traumas de cadera, pero la verdad es que me da flojera invertir tiempo y dinero en ese pedazo -y qué pedazo eh- de mi cuerpo que no va a desaparecer, porque lo mío no es un problema de peceto o trasjamón, sino que yo más bien sufro de una pronunciada colita de cuadril (y mira todos los cortes de carne que aprendí en la Argentina. Ojo, eh)

Lo peor de esta situación es que estoy absolutamente sola en la cruzada puesto que yo nací Zaferson y mis hermanas nacieron Mendoza. Es decir: mis sissies tienen bubbies y yo no (Pude haber dicho que yo tengo caderas y ellas no, pero sentí el impulso de contarle al mundo sobre las tetas de mis hermanas. Es que yo no me hundo sola, carajo. Al menos esas dos vienen conmigo). O sea, mi ausencia de carnes en el entrepiso de mi anatomía hace que mi planta baja se vea aún más importante (De pronto aluciné a Jordi Puig diciendo: "Esto es lo que vendría a ser el cuerpito latino de tu tía Lauris"). No obstante, aún cuando batallo esta gesta en solitario, mi familia y amigas feel my pain in every way the can, y es por eso que hace poquito recibí un regalo tan escandaloso como lleno de amor: dos pares de sostenes con harto push-up. Ambos son de la línea PINK de Victoria's Secret y con ellos -se presume- que mi cadera se verá más pequeña. 

Yo sé que esto suena a disparate pero me estoy basando en la pura geometría espacial para afirmarlo. Dios sabe que la que suscribe es una persona de letras, pero flaco, dame chance una vez por fa. Ya sabes, mis push-ups y yo te hemos prendido una misionera.  

lunes, enero 25, 2010

Everybody has a lucky number

La vida me ha enseñado que no es posible relacionarse sentimentalmente con tu ideal de persona. Olvídate de lo de adentro, eso no nos interesa el día de hoy. Yo me refiero a la pura carcasa, a la envoltura hermética de papel de regalo que uno -en la soledad enajenada de su habitación- imagina que debiera mantener perfectamente atrapado a ese ser con forma de cisne o lagarto -quién sabe- que te hará feliz con su facha.


  • A la mamá de Noelia siempre le gustaron los chicos de cabellera oscura, frondosa y enrulada; sin embargo, ocurre que su marido se afeita la cabeza como si fuera un skinhead
  • A mi amiga del cole se le cae la enagua por los pelirrojos ¿alguna vez salió con uno? JAMÁS (eso sí, le sobran los chinos, negros, rubios, morenos y -ejem- varios etcéteras). 
  • A mi ex-roommie -la dulce A-, siempre le gustaron los morochos y -quién podría explicárselo- lleva años de novia con un danés. 
  • Yo una vez cometí el error de mencionarle a la Mamita Olga que me gustaban los chicos altos; lo siguiente que supe fue que empecé a salir con un muchacho más bajo que yo, y luego con otro aún más bajo (Y felizmente de ahí cambié de giro. No sé qué hubiera sido de mí si seguía por esa senda. Tal vez hoy tendría una programa de televisión llamado Laura and her midgets. FTW?)
Y así, creo que de todas las personas que conozco ninguna se ha terminado relacionando con la amazona que soñaba o el adonis que pensó. Cosas del Orinoco, que yo no sé y -convengamos- tú tampoco.

Por eso yo recomiendo no tener un tipo específico de candidato. O bueno, si es muy necesario que tengas uno (dados tus trances obsesivos compulsivos que te pido por favor que no me cuentes), entonces sostengo que estaría bueno que tu tipo sea bastante genérico. Es más saludable y en verdad no hay pierde. A mí, por ejemplo, me gustan los hombres limpios (nuevamente, esta fórmula es un primer filtro y funciona sólo juzgando el exterior. Estoy segura que el flaco que le disparó a Lennon y firmó su confesión como Holden Caulfield -J.D. Salinger lo perdone- era pulcrísimo; pero no por eso le voy a meter mi celu al bolsillo ¿no? ¡JA! Qué caradura yo, jamás le metí nada al bolsillo a nadie. En fin). 

¿Bastante amplio eso de "hombres limpios" no? Bueno, this is the best that we can do so far, hun. En este momento hay 3 billones de hombres en el mundo. Réstale los mugrosos, te queda 1 billón (Ay pues, son bien cochinos los hombres ¿ya?). Quítale los que están taken, te quedan 500 mil, sustráele los que no viven medianamente cerca a ti, te quedan 1 mil (En este blog no creemos en las relaciones a larga distancia. Sin embargo, miramos con ternura y admiración a quienes salen triunfadores de tan tremenda empresa amatoria).

¿Cuántos nos quedan? 1000 hombres una vez terminado el primer filtro. ¿Dime si no nos ha ido re-bien? ¡Son 1000! Corazón de mi vida, alguno tiene que quedar de ahí ¿no? (Si crees que no, anda hazte amiga de la obsesiva compulsiva de más arriba. Ella te va a entender, porque yo no)

Eso sí, por el momento no te pongas a pensar en el segundo filtro, reina. Alégrate un poquito de esta primera etapa ¿ya? Tiempo para ir a llorar a la playa, queda harto.

miércoles, diciembre 30, 2009

Genésis del mal

Estuve leyendo un post navideño
–en realidad fue post navideño, ¿me explico?
O sea, un post después de la navidad.
Changos, qué difícil es decir post post navideño
sin caer en una redundancia.
Scratch that y empecemos de vuelta.

Hace un par de días leí una ¿publicación? ¿Texto? ¿Artículo? de La vida de Serendipity donde reflexionaba acerca de cómo es un craso error (o un #epicfail por su hashtag en twitter… jaja, déjame) pensar que uno puede ir en busca del bikini playero un día lunes después de “fiestas”. Estoy de acuerdo, eso no se debe hacer. Pero ¿sabes qué más no se debería hacer? La ropa difícil de usar. A ver, yo digo que debiéramos abolir los bikinis, trikinis, monokinis y toda prenda que le origine problemas a las chicas. Es que nosotras llevamos una vida muy ardua y dolorosa en cuanto a ropajes veraniegos y, a decir verdad, apenas nacemos ya estamos pagando por lo que hizo la madre de todos: Eva (that bitch). 

Y es que es así. Eva del Edén es responsable directa de muchas de las calamidades que pasamos las mujeres en este villa del Señor Barriga (literalmente). O sea, la so called primera mujer de la humanidad cometió su rico pecadillo al enchufarle la manzana al pelele de Adán –que sin chistar se la mascó todita, ¡ay, los hombres!- y nosotras, el resto de las mujeres del mundo, tenemos que parir a nuestros hijos con dolor. Encima de eso, como la progenitora de Caín y Abel se tapaba el cofrecito con una hojita de higuera, a las mujeres nos toca emularla vistiendo brevedades de lycra que encima deben tener el interior con refuerzo de silicona para que no se te desaparezca la vaina a la más insignificante ola. Eva madafaka, entérate: la silicona esa se calienta y quema, god dammit. (Debo aclarar a los más avispados –yo sé que hay, yo sé-  que es sabido que la hoja que tapaba a Eva era de parra; lo que no es muy conocido es que cuando yo era chica la única hoja que supe dibujar fue la del higo así que mi Eva y mi Adán se taparon con eso. Period).

Y hablando de Adán… ¿por qué los hombres se ponen ropa de baño hasta la rodilla? Olvídense, nadie quiere verlos en zunga, pero, ejem, ¿por qué las textilerías sacan 8 mil bikinis de 1 metro de tela y sólo 1 ropa de baño masculina? I hate them. I hate them all. Cada año es un castigo mayor ir a la playa. Se te mete el calzón. Te lo sacas. Se te mueve el sostén. Te lo acomodas. Te rebalsas del bikini y tienes que remarte hacia adentro de él. Entre tanto, múltiples playeros observan el show al tiempo que chupetean un chorito a la chalaca. Qué mal nos va chicas, qué mal nos va. Caín del mal, el quijadazo se lo debiste meter a tu madre; mongolazo.