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lunes, julio 19, 2010

Mil gardenias para mí

La palabra querencia y yo nos conocimos a mis 7 años cuando estaba leyendo por primera vez "Platero y yo". Aquel libro tierno de Juan Ramón Jiménez. Platero estaba todo raro porque lo habían llevado lejos de su hogar (o quizá él seguía en el mismo lugar y era su dueño el que se iba. No consigo recordar cuál de las dos situaciones es la fiel al libro). De lo que sí tengo certeza es que la gente del pueblo comentaba que Platero estaba con la querencia y a mí esa palabra me dejó encandilada porque hasta ese momento no había conocido un término que describiese tan profusamente a la melancolía. Y nada, me enamoré de la idea de poder ingresar a ese estado. Lamentablemente estaba apenas en 2do grado de primaria y no había muchas posibilidades de sentir querencia por ningún lugar. Y luego me olvidé del asunto. 


Han pasado 22 años de eso y hoy puedo decir que me estoy inaugurando en la destreza de sentir nostalgia de un lugar (¿no es linda la expresión portuguesa "eu tenho saudade de vocé"? ¡Ah!, chicos, tengo un problema serio con los idiomas, eh).  Estoy con la querencia. Quiero volver a Cuba. A caminar por el malecón de La Habana. A montarme en un Chrysler de los 50s. A meterme al agua y verme los pies. ¿Y saben lo que más quiero? Una cosita de nada: quiero volver a sentirme la más mamacita del planeta. ¡Qué increíble! Una compañera de periplo se refiere al viaje como "Taller de Autoestima - Junio 2010" ¡Mamita! Uno podía salir habiéndose volteado una olla de tallarines con tuco por la cabeza e igual había alguien que tenía algo lindo para decirte. Ni qué decir si te pasabas un peinecito por las greñas llenas de arena (pero arena caribeña que no es lo mismo). Y no me refiero sólo a los cubanos. El caribe tiene ese no sé qué que nos inyecta a todos sus visitantes de un caudal de serotonina sin precedentes (convengamos que uno también se inyecta solito un par de litros de ron por día, pero bueno, son detalles). Y es que está claro que en estos casos se cumple a cabalidad el estado de soltero de vacaciones. Todo el mundo quiere campeonar y todas las fórmulas funcionan. El cubano quiere chapar foránea. El foráneo quiere chapar cubana o foránea. La foránea quiere chapar cubano o foráneo. O sea, los únicos que no quieren chapar entre sí son los cubanos. Los demás are very in the mood for some love. 


Es en este ambiente que surgen las demostraciones de amistad más interesantes. Los hombres intercambian frases de levante (supongo que bajo la filosofía de "si a mí me sirvió, a ti también"), las mujeres sufren de una dislocación momentánea de coxis y se vuelven expertas reggaetoneras; se dan el lujo de decirle que no a uno, dos, tres y cuatro chicos guapos porque no hay quinto malo y porque estoy en Cuba y puedo. Es genial y todas las mujeres del mundo nos lo merecemos (esta última oración tendría que estar auspiciada por Lóreal y "porque yo lo valgo")


Así como los ingenieros cuentan que su experiencia en MIT fue estupenda y los abogados no se cansan de recomendar a la Complutense; chicas, la universidad de la vida las espera en Cuba. Aguante el Caribe, carajo. Ahora les dejo una lista que será de utilidad para cualquiera de los sexos. Son algunos de los icebreakers que se oyeron entre La Habana y Varadero (*). Amar es compartir. 

  1. ¿Son españolas? - No. 
  2. ¿Son colombianas? - No. 
  3. My friend looks just like Robbie Williams. - And where's your friend?
  4. ¿De dónde son? - De Perú.
  5. Speak english? - Yes.
  6. ¿Habla español? - Sí.
  7. Parli italiano? - Io non parlo italiano (pero hablo español e inglés).
  8. I own a bar, but I'm also a stripper. - You should open a Strip Bar, then. 
  9. Che, ¿me echás bloqueador? - Por supuesto.
  10. ♫ Amor a primera vista - (A esto no se responde, sólo se pone la cara del gato en "Alice in wonderland")
  11. I'm from Canada, but I'm also half italian - You look totally italian to me. 
  12. Bonita tú - Ñam, ñam.
  13. I'm a russian investigation policeman -  KGB!
  14. Parlez-vous franҫais? - Je ne parle pas français (pero hablo español e inglés).
  15. ¿Son venezolanas? - No.
  16. Aguante Rosario Central, che. - ¡Vamos todavía, che! 
  17. ¿Son chilenas? - No.
  18. Os pareceís a las Azúcar Moreno - ♫ Apaga el televisor 
  19. I'm a video game developer - I used to play Super Mario Bros.
  20. Vine a Cuba porque soy comunista - Yo vine porque mi amiga encontró un paquete barato. 
  21. ¿Nos metemos al agua? - Eh... ja. 
  22. Soy chef y tengo un negocio de sorrentinos - ¡Me encantan los sorrentinos!
  23. ¿Son mexicanas? - No.
  24. Estoy haciendo una maestría en odontología - ¿En serio? (con cara de "estudia lo que quieras")
  25. ¿Compartimos un taxi? - Caminemos, mejor.
  26. Too bad I just met you and you are leaving tomorrow - Yeah, life is a bitch and there's always Facebook. 
  27. Estoy esperando que te acerques a mí desde ayer - ¿Por qué no te acercabas tú? ("soy divina" mode ON)
  28. Soy de la Selección Francesa de Rugby - (A esto no se responde, sólo se recoge la enagua del piso). 
  29. Sé lavar, planchar, cocinar y cuidar niños - ¡Yo también!
  30. My friend works for Blackberry - Can he fix mine so I can have internet forever?


(*) No todos me los dijeron a mí.

lunes, febrero 22, 2010

Amiguito especial: no te quiero saludar

De un lado están las cosas que uno no entiende y vive tranquilo con esa cuota de incomprensión en su vida. De otro lado están las situaciones que plenamente adolecen de nuestra capacidad para asimilarlas como reales y que al ser testigos de ellas no podemos sino cuestionarlas y dar de alaridos paganos diciendo: ¿Por qué hace eso la gente? 

El primer lado denota una enorme apertura mental y además una grandeza emocional envidiable. Ergo, a ese sector no nos vamos a referir puesto que la presente bitácora persigue con altísima procacidad todo lo contrario. Ahora, al segundo lado le tenemos una cariño especial porque nos recuerda que a pesar de los rumores que aducen lo opuesto, somos humanos torpes, estúpidos y supinos hasta la pared de enfrente (una prueba de ello es que insistimos en hablar en plural aún cuando varios profesionales han corroborado que no somos hermafroditas. Eso sí, no vamos a revelar el área de expertise de los mencionados graduados). 

Diablos, pero qué preámbulo para más largo. Casi hemos perdido la brújula -aunque en verdad nunca hemos sabido usarla, a quién engañamos. Vamos de vuelta. La premisa de este escrito es compartir con la blogósfera y balnearios una astilla que tengo clavada en el corazón: ¿Por qué los hombres se agarran tanto la entrepierna? O sea, ¿qué onda? (A propósito: me invitaron a probar Chatroulette! y nada, hablando de zonas inguinales me pareció propicio el paréntesis. Oh, boy)

Y es que el otro día hacía un poco de lo mío en el supermercado y no pude sino escandalizarme con la cantidad de hombres de toda edad que intercalaban pesadas de papas y escogidas de lechugas con las respectivas sobadas a sus partes (in)nobles. No me parece. ¿Cuáles son los móviles? No puede ser que el amigo penne rigatti se desacomode tanto y presumo la misma suerte para los amigos quinotos. ¿Cómo pueden los hombres ser capaces de, con la misma mano, agarrar la papaya del jugo mañanero y darle un saludito a su compañerito especial? No, no. Esto escapa terriblemente a mi lado izquierdo del cerebro (y vamos, al derecho también).

De lo único que tengo certeza es de que exijo una explicación (Condorito dixit). Y espero una buena ¿eh? No me vayan a venir con argumentos absurdos como que el pipicito está expuesto y al alcance de la mano y que por eso hay que estarlo tocando. Convengamos que las mujeres no vamos campantes agarrándonos las tetas y luego seleccionando el mejor surtido de mariscos para el cebiche del domingo. Por último, si la mentada tocadita es impostergable y no hay de otra ¿le puedo pedir a los propietarios de autoservicios y supermercados que se provean de dispensadores de alcohol en gel -con sabor a rocoto- para que estos pánfilos aprendan de una buena vez a dejar de acariciarse en público? ¿No es mucho pedir no? Es que ya me tienen curcuncha, caray.

lunes, febrero 15, 2010

¿Qué estaré pagando?

Yo no soy muy playera que digamos pero me encanta entrar al mar, literalmente tienen que aventarme una manta raya para que retire mis carnes del agua. Tampoco soy muy amante del bikini pero comprendo la necesidad de usarlo en lugares públicos (como este desde el que les escribo a pesar de mi auto-exilio). Ahora, siempre supuse que habría consecuencias -venganzas del universo- por mi poco fanatismo hacia la arena y mi desdén confeso por las peripecias que la fémina atraviesa cuando pretende lucir -apenas dignamente- un terno de baño (así le dicen en Ecuador al bikini y lo comparto pues me causa honda ternura).

No obstante, jamás pensé que la vida me cobraría centavo a centavo -como quien desangra a un pollo con gotero- tan imperdonables soberbias de mi parte. Y es que no es de creer la cantidad de disparates que me han acontecido desde que empecé estas vacaciones del mal (Sábado 13/02 - 6am). Primero, la hora. O sea, ¿quién sale a las 6am de vacaciones? ¿Acaso the whole idea de vacacionar no es poder levantarse tarde? A destiempo comprendí que el propósito de hacerme madrugar tan obscenamente era poder tomarme una foto babeando el cinturón de seguridad (adjuntamos registro).

Luego, ¿qué onda la payasada estudiantil en los viajes, eh? Claramente mi familia no me respeta (¿alguien lo hace? Espero que alguno esté levantando la mano en este momento). Ocurre que como el espíritu del periplo -tan rico que suena esa palabra: periPLO- es recorrer muchas playas hasta llegar al norte más norte del Perú, hemos estado haciendo paradas técnicas para cosas importantísimas como tomar fotitos y tener qué subir a Facebook (porque si tus vacas no están documentadas en Facebook, entonces no te fuiste a ningún lado pues reina. O sea * Hello * Ubícate. Ja, así dice mi sobrina Noelia (09))  ¿Y qué fue? Ahí está una de las fotos creativas que MI FAMILIA me toma (Por cierto, un saludo a todos los finos residentes de la pujante Paramonga).

Después, ¿algún especialista en insectos abordo? En verdad requiero una explicación respecto a la evolución de algunas especies a lo largo del litoral patrio. Conforme voy escribiendo, mi prontuario de asesinatos de bichos va in crescendo. Mi arma homicida es la más reciente revista Somos -que me traje para el camino, mira qué fan. Y nada, lo más espeluznante que maté hasta ahora ha sido un presunto torito disfrazado de tortuga galápagos. Qué tal vainaza, carajo. Desde aquí puedo ver su cadáver mientras sorbo Powerade Multifrutas para recuperarme de la gresca. Torito del mal, de bicho a bicho te digo: no pudiste conmigo la puta que te parió.


Por último, tengo a mi sobrinito Franco (06) de compañero de habitación. Yo no sé cómo está decodificando mis transmisiones este mozalbete pero hoy a la mañana yo tomaba sol y el niño me palmeó la espalda y me dijo: "¿Cómo estás, yegua?" No sé ustedes, pero yo -ni con todos los chilcanos y cubalibres que traigo encima-  logro gesticular un What The Fuck? que abarque esta situación.



*En la foto aparecen Noelia y Franco, que además de insólitos son surfers. Sí, súper chinches. :)

lunes, febrero 01, 2010

¿El fin del mundo está cerca?

Que delicia me significa probar un poco de alguno de los objetos de mi pasión. Hace unos días, ejercité mi derecho a salivar y gocé viendo en pantalla gigante al controvertido y eróticamente inadecuado Robert Downey Jr. (Que por favor nos coja confesadas. O sea... Dios, no Robert. Ojo, eh). Me tiene sin cuidado que el ex-marido de Madonna -Guy Ritchie- haya repetido recursos de Snatch o si la fotografía estuvo así o asá. Por Robert nos ponemos 27 enaguas y toditas las dejamos caer, gustosas y acaloradas. Y es que nos gustan los malos. Qué le vamos hacer. 

Ahora, como si aquel bombón asesino no hubiese sido suficiente (súper grasa mi referencia, lo sé), al salir de la sala de cine mis antenitas de feromonas detectaron la presencia de un guapo que iluminaba el lugar. A ver, entre Downey Jr. y Jude Law ya teníamos la presión arterial haciendo piruetas por encima de la cabeza, y ahora con este nuevo objeto (perdón, chico) sólo nos quedaba sonreír pensando qué bien hechecitos están algunos muchachos en nuestra querida Lima. 

Mi entrañable acompañante -que es ciertamente más viva que yo- me hizo notar que el mentado churro estaba escoltado por un elemento femenino con olor a novia (Ese aroma es conocido, es mentira eso de: "Ay, no sabía que estaban juntos"). Yo miré a la chica. O sea, está bueno analizar "cómo así" ¿no? Y ojo que esto no es envidia sino que el juicio más imparcial que he emitido en mi vida: la flaca era un 4 y más fea que bebé de canguro (infórmate aquí). ¿Qué hacía ella con un churro tan churro? Nunca lo sabremos porque el sementalito este tenía ojos sólo para ella y no tuvimos corazón -ni oportunidad- para interrumpir tamaño embelasamiento.

Yo no sé si el mundo se va a acabar en el 2012, pero lo cierto es que hay muchos chicos que se la han creído y están perdiendo la cabeza. Pero esto no es envidia, no, no. 

martes, enero 19, 2010

Eso le pasa por perdida ¿vio?

Es increíble cómo evolucionan las generaciones. Hace sólo unos días, charlaba con viejos amigos acerca de lo nerds que fuimos en nuestra época escolar (para ser exactos, el tópico de la conversación giraba en torno a cuan nerd había sido yo y cuan ultra vivazos recordaban ser ellos; but the again, ¿quién se recuerda a sí mismo como nerd? And again, si yo era nerd ¿por qué se juntaban conmigo? ¿eh? ¡EH!). Anyway, en la actualidad procuramos mantener un nivel equilibrado de personalidad: o sea, ni muy nerd ni muy vivo; todo esto se sustenta bajo la siguiente hipótesis (avalada, claro está, únicamente por este blog y su escritora):

Hipótesis: los niveles de ñoñez/coolness fluctúan como las preferencias para comer la carne asada, es decir:

  • Cruda (nerd)
  • A la inglesa (casual nerd)*
  • Término medio (nerd vivo)
  • 3/4 (casual vivo)
  • Bien cocida (vivo)

*Esto no le va a interesar a nadie pero, cuando yo comía carne me gustaba el punto a la inglesa; con bastante sangre. En contraste, no presento interés alguno en la película Twilight y mucho menos en su saga. Además, mi contacto más cercano con vampiros fue cuando, a los 21 años, un forajido -bastante bien parecido, no lo vamos a negar- me dejó una marca horrorosa en el cuello, la misma que fue avispadamente cubierta con maquillaje.

¿A qué viene todo esto? Pues a que con gran alarma voy dándome cuenta de que las nuevas generaciones han dejado de ser crudas o a la inglesa. Ahora, el que menos, es término medio. No sé si en todo sentido pero, en el aspecto hablémosle a una chica yo creo que nerds are dead. Y es que sólo ayer unos mozalbetes de 14-15 años, que seguro todavía tienen pedazos de revista pegados a la mano, casi me levantan en peso mientras les pedía que me ayuden a ubicarme en el distrito de Surco (A propósito, señores surcanos, ¿es necesario que todas las calles sean Lomas y Montes? ¿Cómo esperan que no me pierda?)

Yo sólo dije: chicos, qué tal ¿saben dónde queda Loma Alegre? Busqué pero sólo llegué a Loma Linda. 

Tal parece que en idioma adolescente eso significa: Hola, soy Laura la porrista erótica y estoy a punto de llamar al repartidor de pizzas para que me arregle las tuberías. He sido muy muy mala y quiero que me castiguen (dedito en la boca)

Mientras me alejé de ellos me iban diciendo: "Chau Loma Liiiinda" (inserte voz muy enferma aquí)

Por la que me parió, ¡pero qué chiquillos para más jeropas!

sábado, noviembre 14, 2009

No tiene talento pero irá a tu casa en navidad (*)

Cuando yo era chica la mamita Olga recurría mucho a parábolas para educar a mis hermanos y a mí, y además hizo lo propio con los muchísimos alumnos que pasaron por sus aulas (¿yo les había contado que mi mamá es profesora de primaria? Se retiró hace muchísimo, pero sé lo que les digo cuando afirmo que "una profesora nunca deja de ser profesora" -esto último tendrá muchas interpretaciones y todas serán verdaderas, así que cuidado con lo que interpretan. Jeje).  De todos los recursos bíblicos de la Mamita Olga agotó, sin duda el más utilizado fue el de la parábola de los talentos, que básicamente compara las capacidades innatas de cada persona con la cantidad de moneditas que un amo entrega a sus siervos (se me acaba de ocurrir que, si así lo quisiera, un ciervo podría ser siervo. O sea, si el venadito tomase un cursito de servicios, técnicamente... podría ser siervo ¿no? Think about it). 

Y bueno, mi mamá siempre sostuvo que nosotros, sus hijitos, teníamos talentos muy diferentes y que debíamos aprovecharlos y potenciarlos para ser cada día mejores personas.  No sé si mis hermanitos habrán procedido igual, pero luego de la repetición Nro. 500 de la consabida parábola, yo me hice una listita mental de los rubros en los que me consideraba de alguna manera talentosa. No está de más mencionar que, con el correr del tiempo, gasté varios lápices y tajadores -igualmente mentales- tachando actividades para las que ciertamente no tenía talento alguno (irónicamente, aquel tache y re-tache confirmó un talento que sí tengo: el de inventarme que tengo múltiples talentos).

Y nada, hay algunos que hacen deporte, otros que son capos en números, algunos muy iluminados para escribir y muchos con gran actitud para la venta. Por mi parte, creo que mi talento más logrado es saber hacer como pavo.




Los que acompañan este vídeo son obviamente 
personas que incentivan mis delirios de Dr. Doolittle. 
Ah, también sé hacer como loro 
pero eso ya lo dejamos para otra oportunidad.




(*) El título se obtiene del estribillo rumbero "No tiene talento pero es muy buenamoza" y el hit navideño "Ven a mi casa esta navidad".

lunes, octubre 05, 2009

Laurinchi Code.

El otro día meditaba acerca de los códigos que se forman alrededor de una rutina común para muchas personas. Aunque estas leyes son conocidas por todos los que ejercitan el mencionado rito, las mismas no se encuentran redactadas en folios viejos y tampoco talladas en piedra sino que uno puede respirarlas en las calles y en consecuencia conocerlas y respetarlas. Ahora, también existe el derecho de no acatar las reglas y buscarse un lugar distinto para transitar. Descrito así, tan clarito, la vida parece sumergida en una armonía voluptuosa donde todos nos encontramos intoxicados de hachís, viviéndola.

Unfortunately, la vida no es así ¿leyeron? no es así.

O sea, yo pensaba que sí cuando aprendí los códigos del Subte y los incorporé a mi vida. Ahora, me di cuenta que no cuando aparecieron individuos que, no sintiéndose felices con el sistema subterráneo, inexplicablemente siguieron usándolo envés de viajar en auto, colectivo, tren, taxi o sobre sus pinches y mugrosas patas.

Pocas veces conjugo el verbo odiar, pero en verdad tengo sentimientos viscerales y oscuros hacia los violadores del código "Subte", el mismo que sólo consta de 3 pequeños preceptos muy fáciles de seguir:
  1. Si viajas en hora punta, el subte está lleno. Así que por favor no te quejes de la cantidad de gente a tu alrededor. La situación no va mejorar por tus lloriqueos ¿oíste? nada va a ocurrir tras tus lamentos. Esto es verdad, está perfectamente analizado y tengo pruebas: a diario oigo a distintas personas inundadas en un dolor terrible que empieza con "La próxima nos vamos en taxi" (pero nunca se van en taxi) "No vuelvo a viajar así" (y los ves al día siguiente) "Oiga, no me toque" (¿Cómo haría para no tocarte si somos como frijoles en una olla a presión?) "Alguien que me de el asiento" (Estas son las que se hacen a las embarazadas pero en realidad sólo son gordas y perezosas). Ahora, ¿sabes qué cosa NUNCA ha pasado? Que el vagón, el túnel y el cielo se abran -todos al tiempo- para dejar ingresar la mano milagrosa de Cristo a solucionarlo todo. ¡No se llama "hora punta" porque durante ese lapso te meten la mano, maldita sea! En concreto: entre las 8-10am / 12-2pm / 5-7pm, el código te pide que por favor te calles y en lo posible no respires que ocupas más espacio, mijito.
  2. Hay tres formas de salir de una estación de Subte, la primera es el ascensor y está pensado para embarazadas reales, minusválidos, personas de edad con movilidad limitada o padres con muchos niños y bolsas de compras. Si no calzas en ninguna de las anteriores y sin embargo usas este servicio, o eres un vago que no puede subir 1 piso por otros medios o eres un angurriento que desea usufructuar al 8000% el peso con diez centavos que pagó por su pasaje. El código te desprecia. La segunda forma de llegar a la superficie es la escalera eléctrica, la misma que deberás abstenerte de usar si estás apurado. En este caso te recomendamos usar la tercera forma de eyectarte del Subte: la escalera común, la cual -para tu gran beneficio- siempre estará vacía porque todos somos unos viles marranos imposibilitados de subir 14 gradas por nosotros mismos (también hemos pagado nuestro pesito con diez ¿vio?).
  3. Por último, cuando camines para salir o entrar al Subte, "mantén tu carril". Si estás saliendo, pégate a la derecha. Si estás entrando, usa tu izquierda. Por favor no vayas a contramano. Por favor no portes cochecitos de bebé ni maletines de materiales puntiagudos si vas a decidir hacer la del salmón. Y lo más importante: si te desorientaste un poco, piensa que eres un auto en la carretera, salte del carril, estaciónate y saca tu mapa. El código te pide que por favor no saques tu mapa estando en movimiento y frenes en seco para leerlo.
Y es eso.
No es tan complicado.
Así que por favor te pido.
Gracias.


EL COMITÉ.

martes, agosto 11, 2009

Girls just wanna have fun!

Dado que vengo de una familia mayoritariamente femenina, no es sorprendente que los temas inherentes a las señoritas hayan sido jamás motivo de susurro entre las paredes de casa. Estoy segura que mi pobre hermano supo antes que cualquier otro macho contemporáneo de su clase todos los beneficios y propiedades de una toalla higiénica, y también el por qué es más conveniente comprar protectores diarios por paquetes de varias docenas que pensar que se ahorra al adquirir pequeñas bolsitas de 10 unidades o menos (convengamos que para una chica, los protectores diarios son como el chocolate… no importa en qué momento de tu vida te encuentres, siempre, siempre, siempre pensarás que no está de más comprar un poco más de eso).

Está claro entonces que de alitas, súper absorbencias y formas anatómicas, en la familia no tenemos más para aprender. Mundo aparte son, sin embargo, los tampones. Creo que nadie en mi entorno familiar los usa –y esta es una innecesaria infidencia, o mejor dicho una infundada afirmación- salvo por supuesto yo, que desde cuna –o mejor dicho desde panza… bah, para ser justos desde óvulo fecundado- soy incomprensiblemente hábil para dar la contra. Todo empezó un día que viajé a Estados Unidos y observé con sorpresa como las opciones de toallas higiénicas eran bastante menores a la gama de alternativas que ofrecía la góndola de tampones. Además, debo confesar que el supermercado al que fui –Publix, para los amantes del detalle- no tenía una marca blanca de toallas higiénicas y sí una de tampones (es decir, no había “Toallitas Publix” y sí “Tampones Publix”. A todo esto, estimados futuros estudiantes viajeros; loquitos “me lo pago todo porque soy lo máximo”… las marcas blancas de los supermercados les salvarán la vida –los ahorros, en realidad- o sea que, si están a punto de emprender un viaje de estudios que solventarán ustedes mismos, get ready and funky para el “tallarín Publix con salsa de tomate Publix acompañados de queso Publix y refresco Publix. De postre: flan Publix. ¡Provecho! y, si no saben cocinar, luego se toman una sal de frutas Publix ¿ya?).

Y nada, de esta aventura tamponera que les comparto hace ya más de seis años y, la verdad, durante todo este tiempo nunca he sentido la necesidad o el antojo de volver a las toallitas a pesar de qué tanto en Lima como en Buenos Aires la oferta de aquellos accesorios femeninos es vasta, copiosa y, volvamos a sincerarnos, bastante más barata que la otra alternativa. Sin embargo (¡y es que siempre hay un however en mi vida!), el otro día fui a una farmacia y quedé indignada con la única posibilidad de tampones que encontré, más aún porque la marca era propia del establecimiento, sólo que ellos –que son oh, muy hábiles- en lugar de ponerle a su producto “Tampones Farmacity“, eligieron el nombrecito “Tampones Enjoy“.

Yo me pregunto:
¿Cómo alguien puede ser tan desquiciado de bautizar como ENJOY a una caja de tampones? O sea, ¿¡enjoy qué?! Perdónenme el juicio, pero esto tiene que haber sido obra de un hombre. ¿Qué sigue después de esto? ¿Ácido muriático Pleasure? ¿Aguarrás Delightful? Hablando en serio, la gente de Farmacity tiene que dejar de tomarse pepas antidepresivas antes de elegir los nombres de sus productos, caray.


Pd. ¿¡ENJOY?!



1era aventura del pezweon - 2da temporada
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¿quién es este weón on? es el pezweón, pezweón. un pez con un par de testículos rosados que nace de la boca de todos. tú y tus amiguitos lo nombran cada vez que terminan una frase. no, nada. esto no quiere decir que no nade, sino que ¡¡¡no, “nada”!!! no tiene expresión alguna, le pueden pasar muchas cosas y siempre tendrá la misma cara. no sonríe, no llora, no nada, flota. ése es el pezweón, pezweón.

lunes, marzo 09, 2009

Adán y Eva no se adaptan al frío. (*)

Hoy me siento inmensamente generosa y quiero compartir algo con todos los aspirantes a ex-patriados: Vayas donde vayas y estés donde estés, nunca (¿lo lees? NUNCA) tendrás toda la documentación necesaria para absolutamente nada. Si llevas Partida de Nacimiento, necesitarás una copia adicional. Si llevas Partida y copia, ambas tendrán que estar legalizadas. Si lo están, pues no te alegres tanto, ya habrán vencido y sólo servirán para practicar tu origami preferido. Maldita sea. Realizada esta revelación, paso a narrar lo que considero la versión GORE de la película de terror que significa hacer trámites en este planeta.

Si bien es cierto que gestionar documentos en Buenos Aires es desgastante, debo decir que hacerlo durante una semana de lluvias puede llegar a bajarle el nivel de hemoglobina a un jugador de rugby. Es cuando uno se encuentra esquivando charcos mosqueados, losetas movedizas y "pufi" de perrito fino (de esos que tienen paseador privado) que se pone a pensar en todo el daño que esparció por el mundo (y en consecuencia todo el poco bien que le brindó) para que Dios (nuestro Señor) le haya enviado una plaga mediática tan funesta como lo es el tener que cargar un folder con papelitos que deben ser sellados, firmados, revisados y, lógicamente, cobrados por decenas de instituciones de las que desconocíamos existencia y que -sospecho- se han formado sólo para hacer que uno -the evil one- pague lo desgraciado que ha sido en la vida. Algo así como el infierno en la tierra. O, mejor aún, la versión averno de la city porteña (Por algún motivo, cuando en los noticieros hablan sobre la bolsa de valores de Buenos Aires, los bancos o el índice bursátil... dicen algo como: "La city porteña se comportó..." ¿?).


Bueno, el tema es que, por el tipo de trámite que estuve haciendo, en todas partes me pedían que estampe mi huella digital (Nota curiosa 1: En Argentina se deja la huella del pulgar y no la del índice), lo cual no tendría queja de mi parte si no fuera porque las entidades nacionales no invierten en el tampón que no mancha sino que prefieren cargar y recargar con tinta negra la esponja que se usaba cuando le tomaban las huellas a los contrabandistas de whisky durante la ley seca en Estados Unidos (Este post está lleno de links de alto bagaje cultural eh!).

Dado esto, y siendo cierto que prefiero soluciones a lamentos, dispuse salir a la lluvia comprarme un tampón propio y sacarlo cada vez que me pidiesen besar papeles con el dedo. Entonces fui donde una de esas señoras que tiran franelas al piso y venden artículos de librería en la calle y pedí un tampón. La señora me miró un poco contrariada.
-“¿Cómo dice?” me dijo.
-“Quisiera comprar un tampón negro por favor” respondí impaciente.
-“Aquí (¿dónde aquí? ¡es la calle!) no vendemos ese tipo de productos señorita”
-“¿No tiene tampones o no tiene tampones negros?”
-“Los productos femeninos se adquieren con el farmacéutico. Además, me parece que no existen tampones de color”
-“¿eh?”
-“Aquí a la vuelta hay un Farmacity”
-“Ahhhh…. No, no.. señora, perdóneme. Lo que yo necesito es una almohadita (haciendo forma de “almohadita” con las manos). ¿Si me entiende?
-“Las toallitas higiénicas también las encuentra en la farmacia, niña”
-“¡Noooo señoraaaaaa…! Yo quiero “el coso” donde se pone el dedo y se pinta de oscuro y luego uno apoya el dedo en un papel y queda la forma del dedo en la hoja”
-“Ahhhh… ¿vos querés tinta?”
-“No sé. Muéstreme una tinta y le digo”.
-“Esto es tinta” (me saca unas fotocopias de un catálogo de productos donde se ve ¡UN TAMPÓN!)
-“¡Sí! Eso necesito”
-“Hmmm… ¿sabés que no tengo?”

Y me fui.
Eso de "llueve sobre mojado" no es una frase hecha ¿eh?.

(*) Nuevamente robando. El título del post corresponde a un CONOCIDO verso (¡Ojo, Peregrino!) del tema "Llueve Sobremojado", perteneciente al disco "Enemigos Íntimos" e interpretado por la dupla Joaquín Sabina y Fito Páez.


Vigésimo sexta aventura del Pezweón
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quién es este weon on?
es el pezweon, pezweon
un pez con un par de testículos rosados que nace de la boca de todos
tú y tus amiguitos lo nombran cada vez que terminan una frase
no, nada. Esto no quiere decir que no nade, sino que no “nada”!¡¡
no tiene expresión alguna
le pueden pasar muchas cosas y siempre tendrá la misma cara
no sonríe
no llora
no nada
flota
ése es el pezweon, pezweon


el pezweon llega a ustedes gracias a Carlos Banda y Andrea Tataje.
escríbeles a: elpezweon@gmail.com o visita la página del Pezweón en Facebook.

miércoles, marzo 04, 2009

Sus pechos gimen canciones redondas (*).

Tengo un amigo que me reclama que no le haya comentado "al mundo" mis impresiones acerca del Sticky & Sweet World Tour de la ex de Sean Penn (que yo SABÍA que iba a ganar el Óscar a mejor actor porque también SABÍA que Angelina Jolie iba a perder porque además SABÍA que Kate Winslet ya tenía 6 nominaciones y "le tocaba" la estatuilla. En consecuencia, SABÍA que Brad Pitt no podía ganar porque "no hay business" si gana sólo uno de los "Brangelina" porque imagínense LA DESGRACIA que sería una tapa de PEOPLE o VANITY FAIR con sólo uno de ellos en el mero day after the oscars. Awful!. Cuando hago este tipo de análisis del showbiz me doy cuenta que debería trabajar con Ryan Seacrest -o con cualquiera que haga red carpets, salvo el alfombrero que le hace los tapices a la Mamita Olga... nunca está de más aclarar). Me perdí. Ah, la ex de Guy Ritchie. Bueno, el concierto fue un HIT. Eso no es novedad y nadie está sorprendido. (De hecho, creo que la mayor sorpresa para los lectores de este post es la desfachatez impúdica de la Tía Lauris para reseñar un recital después de exactamente 3 meses de ocurrido. C'est la vie) Ahora, más allá de que el evento en sí haya sido un éxito y que la mamá de Rocco sea súper PRO y con unas piernas que si te patea terminas escupiendo un riñón (y el otro se te muda a la garganta), yo creo que más HIT fue el PRE SHOW. Y no hablo de Paul Oakenfold (es que a mí no me gusta la música electrónica y, que me perdonen los entendidos, pero para mí los dj's y un ipod puesto en shuffle son más o menos "la misma vaina". En esta parte me toca contar que tengo un par de amigos DJs que toman con bastante ternura el estreñimiento severo con el que aprecio sus obras). A lo que me refiero es a la previa que se forma en los conciertos en la Argentina: las olas, los silbidos, las palmas, los cánticos... y la degeneración de los mensajes a la estrella del evento;
  • A las 20 horas -cuando debió empezar el show- la gente gritaba: "¡Uoooooooo Uooooo Uooooooo!" (con el bracito levantado y saludando como una Primera Dama).
  • A las 21 horas -aún con paciencia y buen humor- la multitud abría la boca para decir: "¡Madonna sos lo más!, ¡Madonna sos lo más!".
  • A las 22 horas -cuando una loca salió a decir por micrófono: "¿¿¿¿Están listos para el mejor recital de sus vidaaaaaaaaaaaaaas????"- la masa se unió en un enajenado alarido: ¡¡¡¡¡SEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEH!!!!! (la loca no volvió a salir).
  • A las 23 horas -cuando empezó una tormenta eléctrica- todos y cada uno de los asistentes al magno evento aclararon la garganta para decir: "¡SALÍ-MADONNA-LA-PUTA-QUE-TE-PARIÓ!, ¡SALÍ-MADONNA-LA-PUTA-QUE-TE-PARIÓ!" (agitando el brazote como el guardaespaldas de una Primera Dama).

Y la mamá de Lourdes María salió...
...agarró a una bailarina...
...pensó: "Should I kiss this girl?"
...y volvió a pensar: "I'm gonna kiss this girl"
YEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEAH!
...Y aquí un close-up del YEAAAAAAAAAAAAAAAAH
Aquí la Tía Lauris viendo todo en miniatura... jajaja
THE END.

Gracias a mis múltiples amistades pudientes que me compartieron tantas fotos cercanas del momento preciso del ósculo madonnesco -en este salteadito hay pics tomadas en Buenos Aires, Santiago, Atenas y Berlín-. Sólo les digo que para que ustedes, amigos queridos, sean ricos, hay varios como yo, que somos bastante pobres. ¡Sin nosotros no son nada! :)

(*) Precioso verso de "Romance de la pena negra", escrito por García Lorca y musicalizado por Fito Páez para su espléndido disco "Moda y Pueblo" (¡Gracias Diego!)

Vigésimo quinta aventura del Pezweón
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quién es este weon on?
es el pezweon, pezweon
un pez con un par de testículos rosados que nace de la boca de todos
tú y tus amiguitos lo nombran cada vez que terminan una frase
no, nada. Esto no quiere decir que no nade, sino que no “nada”!¡¡
no tiene expresión alguna
le pueden pasar muchas cosas y siempre tendrá la misma cara
no sonríe
no llora
no nada
flota
ése es el pezweon, pezweon


el pezweon llega a ustedes gracias a Carlos Banda y Andrea Tataje.
escríbeles a: elpezweon@gmail.com o visita la página del Pezweón en Facebook.

viernes, enero 23, 2009

El genio de Úbeda lo sabe. (*)

Suelo llevar "cuentas" de casi nada. Yo no quiero catorce de febrero, ni cumpleaños feliz y no hago algarabía de fechas "especiales". Es que soy una mujer amarga en ese sentido (ja). Bah, la verdad es que me da flojera. O sea, no es que odie mi cumpleaños ¡para nada! (De hecho, celebro cada año que llega con bastante alegría), sólo que no me entusiasma hacer una fiesta en mi casa por ningún motivo que esté relacionado conmigo. Me gusta salir a comer, a bailar, a tomar cócteles en copas lindas o cervezas en vasos toscos... o cualquier cosa que no involucre a mi persona organizando/sirviendo/limpiando en el momento de MI celebración. O sea, es mi evento. Si quieres un trago, pídeselo al flaco de la barra (Un detalle: Tampoco me interesa hacer una fiesta en mi casa y que en ella haya mozos o "gente encargándose". Como es tu fiesta, tus invitados igual te piden cosas y te preguntan dónde está el baño y te piden agüita con gas para el vino chorreado en la falda y talquito para el jugo de asado que cayó en la blusa finísima). Ahora, me hago cargo de las reuniones de otros con bastante desenvolvimiento. Creo que el hecho de saber que "no es mi fiesta" y estar segura de que nadie va a pedirme nada hace que decida con facilidad que se va a servir, qué música se escuchará, a quién encargarle la puerta, tú traes el hielo y la gaseosa, tú no te olvides los snacks y tú por favor no te pongas eso que esto es una fiesta de prestancia y no un lupanar. No digo que me guste, pero digamos que estoy holgadamente entrenada en "organizar cosas" y por eso no me es tan difícil. Ya me fui por las ramas, maldita sea (jajaja, pura bilis este post, ¿eh?). El tema es que este "no llevar la cuenta" hace que me olvide de cuánto tiempo llevo haciendo algunas cosas. Hace poquito, esperando el subte para volver a casa, caí en cuenta que un par de meses atrás había "cumplido" 10 años sin comer animalitos caminadores/voladores. Sorpresivamente, decidí celebrarlo... comiendo algo de carne (?). La dificultad era que estaba bajo tierra y digamos que El Rodizio no ha abierto todavía franquicia alguna por aquellos lares underground. Miré a todos lados y lo único carnívoramente dispuesto que vi fue un kiosko de panchos y me acerqué a llevar a cabo mi pequeño happening. Mientras esperaba el turno, una señora devoraba ávidamente un super pancho bastante chorreadito de salsitas de colores; en eso, se sorprende a si misma al notar que la salchicha color "Casa Rosada" que se comía no estaba acompañada de la reglamentaria "lluvia de papas" (also known as "papitas al hilo" en mi Lima natal). Con el bocado aún por deglutir, la señora reclamó su tormenta de tubérculos a la "panchera" y ésta le dijo que todo bien, pero que la lluvia de papas se tiene que solicitar y que no la echan al pancho si es que el cliente no la pide. La señora, que combinaba mordiscos de salchicha con reclamos a rabiar, preguntaba que quién se iba a hacer cargo del medio pancho -potatoe rain free- que ya se había empujado. Y la panchera, irritada, le dijo que la disculpara y que la próxima vez que le pidiera un pancho lo iba a bañar con shuvia de papa', aunque primero "me las paso por el orto".

Tomé la violencia de la escena como una intervención divina y preferí abstenerme de las celebraciones carnívoras antes planificadas. Además, no me gusta el color de la Casa Rosada y la panchera tampoco es que tuviera un gran orto.


(*) A Joaquín Sabina, oriundo de Úbeda, se le conoce como "El genio" por aquellos pagos. Este asterisco hace referencia al inico del post, donde hay un pedacito de la canción "Contigo" del disco "Yo, mi, me, contigo". (Sí, me gusta Sabina).


Décimo Novena Aventura del Pezweón
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quién es este weon on?
es el pezweon, pezweon
un pez con un par de testículos rosados que nace de la boca de todos
tú y tus amiguitos lo nombran cada vez que terminan una frase
no, nada. Esto no quiere decir que no nade, sino que no “nada”!¡¡
no tiene expresión alguna
le pueden pasar muchas cosas y siempre tendrá la misma cara
no sonríe
no llora
no nada
flota
ése es el pezweon, pezweon


el pezweon llega a ustedes gracias a Carlos Banda y Andrea Tataje.
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viernes, setiembre 19, 2008

Laura Chávez, a la orden.

En algún lugar del mundo la gente no tira basura a la calle. Creo que es en Vancouver. Aunque me parece un escenario feliz, no me gustaría ir a esa ciudad sino sólo a visitarla y sumergirme, por un vaporoso momento, en la cultura limpísima de sus habitantes. Yo no tiro basura a la calle (La Mamita Olga me enseñó). De hecho, uso mi cartera y bolsillos como cilindros ambulantes de envolturas, tickets de colectivo y servilletas (Éstas últimas no son basura realmente, sino que víctimas de algunos escritos que no deseo olvidar. Algunos, sin embargo, bien podrían considerarlas basura. Jaja).


Aunque me molesta ver que una persona deje caer papeles al piso, soy timorata para alzar la voz y manifestar mi descontento. Algunas veces he preferido levantar yo misma el desperdicio que decir algo. Esto me pasa sobretodo cuando la persona que cometió la carencia de prestancia me dobla la talla, el peso, la valentía o si tiene cara de que puede pegarme. Me aterra terminar en el piso, al igual que el pobre papelito al que deseo ver recogido del suelo. Mi cobardía, sin embargo, a veces pide asueto y es reemplazada por la voz enardecida de una justiciera de la mugre ajena. Hay días, como el que en instantes les regalo, que llegan cargados de una entereza que regularmente me es ajena.


Después de una mañana atiborrada de trámites bancarios (que son oh, so wonderful), decido tomar el subte para volver a casa. La línea D (la que me toca usar), es la bonita de la clase. Siempre está limpia, lo vagones son modernos y bla, bla, bla. Ensimismada, encuentro un lugar y me coloco en el para viajar parada (A menos que vaya de extremo a extremo, suelo viajar de pie). Unas estaciones más adelante se coloca a mi lado una señora peinadísima, guapísima y con las manos llenas de bolsas. Mi sospecha era que venía directo del Alto Palermo, con el pecho energizado y la billetera debilitada. De un momento a otro, mi anónima compañera de vagón empieza a arrancar los tickets de sus bolsas y no encuentra mejor alternativa que tirarlos al piso. Eran varias bolsas. Eran varios tickets. Y yo, que veía desde front row todo lo que ocurría, no tuve avispe más certero que preguntarle si podía dejar de echar basura POR FAVOR.


"¿Y a vos que te importa?" me preguntó bastante mortificada.

"Entonces, avíseme donde se baja que la acompaño a su casa y tiramos papeles las dos juntas" le respondí, ya con el antifaz de SuperCívica colocado.


Para esto, y como suele suceder en casos así, las personas alrededor se quedaron en silencio y a lo lejos se dejaban oir sólo murmullos de apoyo hacia la justiciera deambulante en la que me había convertido ("Cheta chancha" fue sin duda el más divertido (1)). Fue entonces que la dama batió su peinado y dilató las pupilas para decirme cosas, presumo, bastante feas. Y yo, como todo superhéroe que se respete, debía irme pronto pues mi misión había sido cumplida (Además, la estación en la que bajaba ya había llegado. Je).


"¿Quién sos?" me lanzó con desprecio la mujer, cuando yo estaba presta a salir del vagón dejándola a merced de la novel jauría de gente aseadísima que ahí quedaba.

"Lo que no soy es sucia, SEÑORA", respondí en cámara lenta, casi en blanco y negro; yo era Uma Thurman y Tarantino me dirigía en pleno plató de "Kill Bill".


Y fue ahí cuando ella, inflamada, presionando los puños e igualita a Juan Carlos I, me dijo: "¿Por qué no te callás?".








(1) Cheta = Pituca (Pe), Gomela (Col), Fresa (Mex), Aniñada (Ecu). Y no sé más. JAJAJA.

lunes, agosto 25, 2008

FlashTango in Baires World.

Por estos días se celebra en Baires el Festival de Tango, seguido nada menos que del Mundial del mismo baile, entonces, la ciudad se llena de eventos donde la gente usa zapatitos acharolados y ropas con flecos, brillos y apliques varios. Como todo en la vida, los sentimientos encontrados confluyen y hay quienes piensan que todo esto es lindo e imperdible y otros que están juntando firmas para matar al señor que toca el bandoneón. Para mí, es divertido todo lo que justamente me entretiene y, en ese sentido, no tengo zapatos acharolados y vestidos de flecos pero tampoco firmaría el planillón para matar al señor del bandoneón (aunque la credibilidad de esta última línea sea poca, toda vez que ha sido confesada previamente mi devoción por los autógrafos en pos de las causas más insólitas).
El otro día caminaba por la calle Florida y pasé por el local donde antes estaban las tiendas Harrods (Las del papá de Dodi, el flaco de Lady Di. No estoy segura, pero entiendo que Harrods se marchó de la Argentina en la época de la crisis del 2001, pero tranquilamente podría estarme inventando). La cosa es que ese local es enorme y hace años que está abandonado pues, aunque sigue perteneciendo a Harrods, no se le daba uso alguno hasta este año cuando se decidió cederlo al gobierno para que fuera una de las sedes del Festival de Tango (Esto si que no es invento, lo leí en la letrita pequeña del brochure del evento). Y nada, como pasaba por ahí, decidí entrar para acreditarme y poder disfrutar de los espectáculos gratuitos que se daban ahí mismo y en otras sedes. Esto de la acreditación se usa mucho por estos lares, el gobierno o cualquier empresa organizan eventos gratuitos pero a uno le toca ir previamente a anotarse para que lo dejen entrar, lo cual es bueno y malo. Bueno porque la Mamita Olga que llevo dentro me recuerda que la seguridad es muy importante y que nunca hay que ir a lugares repletos de gente porque uno puede morir y que feo morirse tan joven y sin haber vivido, y malo porque suele ocurrir que sólo entregan 1 entrada por humano (perros abstenerse) y se da mucho que las reparten a las 11am y a veces sólo puede ir una persona del grupo y bla, bla, bla.
Una vez adentro de Harrods, me acerco a la mesa de informes para saber dónde debo acreditarme. Yo inicié la charla así: "Hola, te hago una pregunta (Yo digo mucho eso, "Te hago una pregunta", y sospecho que alguna gente debe detestarlo, hecho que por cierto disfruto procazmente), dónde puedo acreditarme para el FESTIVAL DE TANGO?" y la chica que brindaba la valiosa información para todos los confesos perdidos que hacemos uso de los counters donde hay colocado un letrerito en forma de "I" me dijo: "Tenés que dar la vuelta por acá y hacer la fila que ves allá en el fondo". Moví la cabeza, vi la fila y le agradecí alejándome de ella y acercándome a la larga cola señalada. Una vez en la línea y ante la cantidad de gente que venía antes que yo, empecé a observar todo para matar el rato y noté que las personas en fila estaban vestidas muy tangueramente, por lo menos en comparación conmigo que andaba vestida más bien de civil (Por un instante me sentí como la chica de la peli Flashdance cuando quiso entrar a la academia de baile y estaba vestida con sus zapatos y overall de fábrica y las demás chicas tenían trajes de ballet. Pero lo que esas ballerinas no saben es que luego esa chica creció y ahora tiene su propia serie que se llama The L World ya? JAJA). Ya habían transcurrido 25 minutos de cola cuando la chica que me antecedía, sospecho que aburrida hasta el tuétano, voltea y me dice: "Y vos, en que te anotás?" y yo... "Ehm, pues..." y ella me cortó (acá la gente siempre te corta, todos parecen saber lo que vas a decir) "...en clásico o acrobático?". ¡¿Eh?! me dije mentalmente (Porque no iba a dejar que la chica "te corto cuando me da la gana porque yo sé lo que vas a decir" fuera a darse cuenta de mi estupor). ¿¿Será posible que la burra con el cartel de "I" encima de la cabeza me haya enviado a la cola de AUDICIONES PARA EL MUNDIAL DE TANGO???. Estaba molesta. Muy molesta por el tiempo perdido... pero luego pensé: ¡Hey! ¡La burra con el cartel de "I" encima de la cabeza me vio pinta de bailarina de tango! YEAH! :D
Pd. Como parte de las actividades tangueras de la semana, el finde nos fuimos a ver a la banda de tango electrónico TANGHETTO. ¡Muy chévere! Y gracias a mi entrañable amigo Ivo, quien desde Perú me pasó el dato. Besos!

miércoles, abril 30, 2008

No tené una moneda voh?


cartelito, originally uploaded by lazafer.

Hace tiempo que en Buenos Aires hay crisis por la falta de monedas.
Cosas como estas, ocurren en mi diario vivir:

  • En los kioskos prefieren no venderte cosas para no quedarse sin monedas ellos.
  • Los colectivos son con "alimentador", entonces, si no tienes monedas, no viajas.
  • Existe billete de dos pesos, así que si compras algo con 5, 10, 20 ó 50 pesos, te llenan de billetes de 2 pesos Y NO TE DAN MONEDAS.
  • Si algo cuesta 2.20, te cobran 2.00 para no darte el vuelto en monedas.
  • Si uno va al banco, hay una cola especial para la gente que busca "cambio". Y, en estas colas le dan prioridad a la gente que viene de establecimientos comerciales (que son los que luego NO TE SUELTAN LAS MONEDAS). Cuando llega el turno de uno, pues sólo te cambian 10 pesos.
  • Y nada, NO HAY MONEDAS.
  • Cuando pasen por Buenos Aires, les pido que me llamen y visiten. También les pido que me dejen sus monedas al irse. (Ya existe gente que lo ha hecho jajajaja)

viernes, abril 25, 2008

Lazafer is busy and may not reply.

Uno de los placeres de la vida es conversar. A mí me gusta tanto, que converso sola cuando no tengo con quien hablar. O sea, yo prefiero hablar conmigo a ser “la señora loca” que le habla a los extraños en los colectivos, paradas de autobús, colas del banco, etc. Voy a que a mí me agrada charlar pero con gente que esté dispuesta a conversarme de vuelta (¿Existe esto? O sea, ¿“conversar de vuelta”? Creo que eso es algo como el “Te llamo para atrás” de los centroamericanos. En fin, tema para analizar en mi próxima ducha). ¿En qué iba? Conversar sola, sí. Yo me pregunto, me contesto, me discuto, a veces gano. El tema es que el otro día tuve una discusión moral conmigo. Pasa que yo viajo en colectivo todos los días para ir a trabajar y la realidad de las cosas es que yo debería pagar 0.90 centavos por el pasaje, pero siempre pago 1 peso. ¿Por qué hago esto? Pues, cuando yo llegué a Buenos Aires, a mí me dijeron que el pasaje estaba en 0.75 centavos y yo cada vez que subía decía: “Hola, 75 por favor”, entonces me cobraban y ahí moría todo. Meses después (pero VARIOS meses después), me enteré que 0.75 era la tarifa más barata y que –en realidad- a mí me correspondía pagar 0.80 centavos. A pesar de saberlo, a esa altura de la vida ya me encontraba mentalmente imposibilitada para decir “Hola, 80 por favor”. NUNCA PUDE. Y eso que lo pensaba antes de subir al colectivo. “80, 80, 80, ¡¡LAURA!! ¡¡80!!” pero subía y Pavlov, su perro y todo el Kennel Club se retorcían de risa en sus respectivas tumbas (Algunos de pronto en sus sillas… digo, no todos los del Kennel Club se han muerto). Y bueno, a fin de año subieron los pasajes de colectivo. De 0.75 a 0.90 y de 0.80 a 1 peso. También ocurrió que me mudé. Lo que no cambió es que siga tomando colectivo para ir a trabajar. Una vez que cambian las tarifas yo empiezo a pagar 1 peso por el pasaje, dado que si antes tenía que pagar 0.80 entonces ahora me tocaría pagar 1 peso (Y Cantinflas me posee otra vez). Luego me entero que, por la distancia que tengo de la casa a la agencia, en realidad me corresponde pagar 0.90 centavos. PERO YA ERA DEMASIADO TARDE CUANDO LO SUPE. Ahora subo al colectivo y digo “Hola, 1 peso por favor”, y cuando he dicho para pagar 90 centavos, titubeo tanto que el conductor me pregunta hasta dónde estoy yendo y YO SIENTO que todos saben que estuve como 6 meses robándole 5 centavos diarios al país (En realidad son 10 centavos, considerando el viaje de ida y vuelta. O sea, uno será deshonesto para robar, pero bastante honrado para saber cuánto ha robado). Entonces, como ahora estoy pagando 20 centavos de más por día, la auto-pregunta que me hago es ¿Hasta cuándo debo hacer esto? Yo creo que ya pasaron los 3 meses como para ya tener la cuenta saldada con la sociedad pero, ¿Será? Entonces, a diario me torturo pensando si ya terminé de pagar lo que robé y así tranquilamente poder empezar a robar nuevamente. Aish. Y nada, por eso le contesto escuetamente a la gente extraña que me hace conversación... porque estoy hablando conmigo. No interrumpir por favor.

domingo, abril 06, 2008

TUTORIALES EN CQO: Cuando llueve, ¿Qué me tomo para ir a trabajar?

Alternativa 1: Colectivo Línea 60 (1 peso)


Alternativa 2: Subte Línea D (1 peso)

Alternativa 3: Kajak (Priceless)

Changos, no tengo paraguas.
¿Cómo haría?

viernes, marzo 28, 2008

Recordar es no volver a probarse.

Cuando uno mira los albumes de los viajes que hizo, se pone nostálgico, se rie, se aburre, en fin, todas las emociones bailotean en la panza de uno (ja, las que bailan en la panza son las mariposas no? jajaja, se me cruzaron las metáforas). Y bueno, armando un álbum "on line" para una amiga, encontré esta foto de un viaje que hicimos a Iguazú. La tomamos en una "tienda de chinos" ¿No es extraordinaria? :D


Tan lindo que es tomar fotos y verlas después de tiempo. Se revive todo lo lindo y, lo que fue feo, ya no se ven tan mal.


Y nada, viajemos siempre si?

Zas, zas, zas. :)

lunes, marzo 10, 2008

Cuestionamiento Oriental

En el barrio de Belgrano hay una calle que se llama Arribeños. Aunque hay varios restaurantes japoneses por ahí, también los hay chinos entonces a esa zona se le llama "Barrio Chino".
El barrio chino porteño es chiquito comparado con el que hay en Lima, pero acá hay menos chinitos entonces es medio lógico que su barrio sea de menor tamaño. Esto que les cuento en realidad no le suma en nada al relato que viene a continuación pero, la verdad, es una patología mía esto de la imposibilidad de ir al grano cuando escribo (y hablo {y sueño [y vivo]}).
El otro día fuimos a explorar el famoso barrio chino y terminamos en un lugar que se llama Cantina Chinatown. Lo cierto es que el lugar de cantina no tiene nada puesto que estaba lleno de familias de todos los colores: ArgenChinitos hablando argentino, argentinos hablando argentino y por ahí seguramente algún desubicado que no era ni argentino ni chino pero igual hablaba argentino (No faltan). Y bueno, a la hora de hacer el pedido le propuse a mi crowd (porque yo no tengo mancha, ni grupo, ni equipo... yo tengo crowd. Déjame. By the way, nunca entendí la palabra "Patota". En fin) que pidiéramos algo para comer entre todos mientras nos servían los platos "fuertes" (después de todo la comida china está pensada para compartir ¿no?). La cosa es que hicimos el pedido (la verdad lo hice yo, por algún motivo siempre hago el pedido yo jaja, y me gusta que la gente pida lo que le sugiero... creo que podría trabajar -con éxito, claro está-recitando "los especiales" en algún restaurante). ¿En qué ibamos? Ah, el pedido. Bueno, hicimos (hice) el pedido y al final agrego:
Lau: ...y también quisieramos unos...
Chini-mesera: loshito' plimavela?
Lau: Eh... sí, gracias.

Terminado de hacer el pedido, la Chini-mesera se va y es entonces que noto que los rollitos primavera vienen "de a 4" y, dado que somos 3 comensales, lo más lógico es incrementar la ración, entonces, rauda, acudo a la Chini-fugitiva (y es que caminaba muy rápido la Chini-flaquita) para conversarle:

Lau: (tin tin tin en el hombro)
Chini-mesera: (voltea y me mira)
Lau: hola, pedí...
Chini-mesera: loshito' plimavela, si.
Lau: eh, si, quería pedir...
Chini-mesera: otla polción, si.
Lau: Eh, no, yo quería pedir...
Chini-mesera: media polción, si.
Lau: Si, media porción.
Chini-mesera: Yo shevo, yo shevo. (Se voltea)
Lau: Te hago una pregunta...
Chini-mesera: (voltea y me mira)
Lau: Los rollitos primavera...
Chini-mesera: Son de calne, si.
Lau: Uy, y pueden ser...
Chini-mesera: de veldula, si.
Lau: Bueno, entonces...
Chini-mesera: Yo shevo, yo shevo.
Lau: ...
¿La chinita es mindreader? o es que,
¿Todos los "no asiáticos" pedimos lo mismo cuando comemos chino?

lunes, marzo 03, 2008

I have matching earrings.

Yo me hice hincha de River cuando me enamoré de Enzo Francescoli (¿Qué esperabas?). Y bueno, continuando con los fines de semana temáticos y aprovechando la visita de mi bro (El Tío Víctor), el domingo fuimos al estadio.
Aquí les dejo mis mejores comentarios:
Oye la gente de "La Equidad" casi llenó una tribuna no?
Eh si Laura... pero el equipo se llama San Martin.
Ah... jajaja.
Oye, tan rara esta hinchada de River no? Ingresa el arbitro y le aplauden.
Eh... no Laura, ese no es el arbitro, es el arquero de River.
Ah... jaja, pero está vestido todo de negro ya!
Oye, que tal champ ese chico!! ¿Cómo se llama el de los zapatitos amarillos?
Eh... se llama Sánchez y esos NO SON ZAPATITOS!!! SON CHIMPUNES!!!
Ay, es lo mismo.
Aquí les dejo una foto del evento dominguero.

a la cancha, originally uploaded by lazafer.
Los agradecimientos del caso al colocho, que tuvo la gentileza de vestirnos a todos para el evento. :)

lunes, febrero 25, 2008

Forma parte de "Hacerlo"

A mi me gustan las cosas que ocurren en mi vida, pero, como si fuera Schatz hablando de polvos sabrosos, digo que las cosas que me encantan son las que están por venir. Por eso sonrío al leer el e-mail de Dragón y enterarme que “Hazlo” recibió un premio. Porque es lindo. Simplemente es lindo cuando los demás piensan en uno. Me agrada sobremanera (casi nunca uso esta palabra –me parece muy “electrolux”- pero en este caso aplica estruendosamente) que un escrito como “Hazlo” haya recibido la preferencia de algunos (y digo algunos porque no sé si fueron pocos o muchos, y prefiero no saberlo pues creo que parte del sabor a caramelo de esta ternura llamada Blogitzer es el misterio de los votos). Pasa que en CQO comparto la visión personal de las cosas que me ocurrieron, como las miré, como las sentí. “Hazlo”, sin embargo, es una intención que poco a poco vengo desarrollando, que viene ocurriendo “sobre el pucho” como dicen los comentaristas de fútbol (¿O son los de hípica?). Y por eso recibo el diploma con mayor alegría, pues el premio le cayó al “rarito” del blog. El 23 de febrero no ganó la anécdota curiosa ni ganó el evento particular… ganó el post nerd, el que está lleno de sueños… y eso se celebra doble (O triple, depende de presupuesto).
Muy bonito en verdad.
¡Gracias!

post_original_pensamiento, originally uploaded by lazafer.


Pd. Sobre las intenciones, el otro día hice la carapulcra y se la invité a mis convivientes y, cuando me preguntaron sobre el proceso para lograr la "papa seca"... no pude con mi genio y me inventé que cada cuadradito de “papa seca” equivale a UNA PAPA ENTERA DESHIDRATA. O sea, para mí, un plato de carapulcra es más o menos un quintal de papas. Tu Tía Lauris siempre contribuyendo al pánico de la sociedad. :)