Para dormir conmigo.
Cuando creo que nada más podrá sorprenderme, ocurre un hecho insólito en mi vida –o en los alrededores de ella- que me abofetea con soberbia por ser tan soberbia. Un día, cuando el mes de mayo todavía no había llegado a cumplir un tercio de si, fui a una casa de cambio a comprar euros (¿soy la única que se siente súper especial por ahorrar euros en lugar de dólares? ¡Cuidado! Stupidity is contagious).
Aquella compra no se pudo concretar ya que la avispada señorita encargada de efectuar el trueque monetario, con una agudeza puntiaguda de la que claramente yo carezco, notó que mi residencia temporal en la República Argentina había vencido el día ocho de mayo de dos mil nueve. Lógicamente, me negué a creer que tal cosa fuera posible dado que apenas unos pocos meses antes había yo parido -con ayuda de los fórceps más impensados- el Documento Nacional de Identidad de esta patria que no es mía pero que me permite celebrar sus feriados con mucho cariño. Además, para la mirada atónita de la correctísima dama que se mantenía firme en su negativa de aceptar mi invitación a formar parte de la empresa delictiva que involucra cambiarle plata a una incrédula foránea de documento vencido, sostuve que la vida no podía ser tan malparida de hacer que se me acabara la residencia un día antes de que a mí se me ocurriera ir a cambiar los faquin yuros de cada mes.
Salí de la casa de cambio con la misma plata con la que entré pero además sintiendo que tenía un par de ratablancas -de mecha prendida y a punto de explotar- metidas en cada una de mis orejas. Llamé por teléfono a renaper (reniec) y me dijeron que me atenderían en persona a partir de las 18hs. Fui. Esperé 1 hora y me dijeron que el problema se resolvería fácilmente y que yo únicamente debía sacar una cita para dentro de 1 año (Si fácilmente es 1 año ¿qué demonios es difícilmente?). No recuerdo bien, pero creo que una de las ratablancas de mi cabeza hizo kaboom porque se me acercó un efectivo del orden a –como dicen por estos lares- contenerme (¡como si uno fuera un pedo!). A este hombre le expliqué lo inverosímil de mi situación y me dijo que al haber pasado sólo un día del vencimiento de mi residencia temporal se podía hacer un excepción y me explicó el camino rápido.
Es agosto y aún no he dejado de ser ilegal (aunque admito que ahora estoy menos al borde de la ley que antes porque sólo me falta UN SELLO para convertirme en residente permanente oficial). Sin embargo, este no es el hecho insólito que me abofeteó con soberbia por ser tan soberbia (¿conoces a alguien más que se tome un post entero para no contar lo que dijo que iba a contar? ¡JA!). Lo que me dejó sin palabras el día de ayer y que hizo que no me quedara más que reírme sentada en medio de un mar de gente tan o más ilegal que yo fue que mi cochabambino vecino de banca, cansado de esperar desde las 6am, aburrido de vivir un secuestro en forma de trámite documentario y sedado por el humor espeso de tan atestada casona vieja, me dijo "permisito, mamita", se sacó las chancletas y se tiró a dormir... apoyado en mí.
Después de esto, me queda claro que nunca dejaré de quedarme speechless in Baires.
Aquella compra no se pudo concretar ya que la avispada señorita encargada de efectuar el trueque monetario, con una agudeza puntiaguda de la que claramente yo carezco, notó que mi residencia temporal en la República Argentina había vencido el día ocho de mayo de dos mil nueve. Lógicamente, me negué a creer que tal cosa fuera posible dado que apenas unos pocos meses antes había yo parido -con ayuda de los fórceps más impensados- el Documento Nacional de Identidad de esta patria que no es mía pero que me permite celebrar sus feriados con mucho cariño. Además, para la mirada atónita de la correctísima dama que se mantenía firme en su negativa de aceptar mi invitación a formar parte de la empresa delictiva que involucra cambiarle plata a una incrédula foránea de documento vencido, sostuve que la vida no podía ser tan malparida de hacer que se me acabara la residencia un día antes de que a mí se me ocurriera ir a cambiar los faquin yuros de cada mes.
Salí de la casa de cambio con la misma plata con la que entré pero además sintiendo que tenía un par de ratablancas -de mecha prendida y a punto de explotar- metidas en cada una de mis orejas. Llamé por teléfono a renaper (reniec) y me dijeron que me atenderían en persona a partir de las 18hs. Fui. Esperé 1 hora y me dijeron que el problema se resolvería fácilmente y que yo únicamente debía sacar una cita para dentro de 1 año (Si fácilmente es 1 año ¿qué demonios es difícilmente?). No recuerdo bien, pero creo que una de las ratablancas de mi cabeza hizo kaboom porque se me acercó un efectivo del orden a –como dicen por estos lares- contenerme (¡como si uno fuera un pedo!). A este hombre le expliqué lo inverosímil de mi situación y me dijo que al haber pasado sólo un día del vencimiento de mi residencia temporal se podía hacer un excepción y me explicó el camino rápido.
Es agosto y aún no he dejado de ser ilegal (aunque admito que ahora estoy menos al borde de la ley que antes porque sólo me falta UN SELLO para convertirme en residente permanente oficial). Sin embargo, este no es el hecho insólito que me abofeteó con soberbia por ser tan soberbia (¿conoces a alguien más que se tome un post entero para no contar lo que dijo que iba a contar? ¡JA!). Lo que me dejó sin palabras el día de ayer y que hizo que no me quedara más que reírme sentada en medio de un mar de gente tan o más ilegal que yo fue que mi cochabambino vecino de banca, cansado de esperar desde las 6am, aburrido de vivir un secuestro en forma de trámite documentario y sedado por el humor espeso de tan atestada casona vieja, me dijo "permisito, mamita", se sacó las chancletas y se tiró a dormir... apoyado en mí.
Después de esto, me queda claro que nunca dejaré de quedarme speechless in Baires.
11 comentarios:
Este blog te devuelve a tu onda inicial, alegre, pilas y cagandote de risa de la vida...
Mantente asi,a propo., ya hice click en el yellowwwwww
Bye
JAC
jajajaja todo el post para contarnos q se secó las chancletas y se tiró a dormir? que buena!
besos
Muy pero muy bueno. Me hiciste reír con esto. Bienvenida (o casi) a esto de sentirse argentino con documento. Lo más raro es que eso te pasó antes de las elecciones, y se sabe que la gante de las bolentas acelera cualquier trámite por un voto.
Saludos
Nicolás Darchez
Stupidity is conteiyus!!!! JAJAJAJA casi me caigo de la silla... pero miss, usté de boba no tiene naaaa... es más viva q las moscas, no más despistada...
Yo creo que el cochabambino tiene vocación de talibán e hizo una adaptación muy sui generis de "si yo muero, todos mueren conmigo" a si "yo duermo todos duermen conmigo", por eso se saco las chancletas.
Dejemos de hacer esos papeles Peruana, seamos ilegales, que nos capturen, deporten, nos vamos de acá mostrándoles la lengua, nos ahorramos el pasaje y la sacada de chanclas, que sea nuestra protesta para que liberen a la anciana enjaulada que firma todos y cada uno de los documentos en esta nación.
se sacó las chancletas así sin más?? ay que maleducada tú! le hubieras ofrecido un masajito en sus cansados quesos y de paso, un cafecito... eh?
sis te pasa cada cosa !!!!!!!!!!!!
cuando regreses a tu tierra nada de eso te volvera a pasar, no olvides que Peru es el paraiso!!!!!!!!!!
Dear John: Gracias por siempre tener algo lindo que decirme. :)
Adriana... ¡y sí! imagínate!
anónimo... Nico! Gracias por tomarte un minuto para leer el blog! Encantada de recibir tu comentario. :)
Saltamontes... despistadaaaa sí. :)
elmo... pues se habrá echado efficient porque pécora no tenía!
ferrito... sí, let´s get the hell outta here!!
maga... si no? que desconsiderada de mi!
sista... Perú, land of wonder. Yes, yes.
para dormir conmigo?
wtf.
Martín: sí, sí, me gusta la balada melosa.
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