martes, setiembre 05, 2006

Unos Polvos muy Honestos.

En general yo no soy muy amiga de los polvos (Aunque sé que esto se lee demasiado divertido, lamento pinchar el globo: Me refiero a las galerías ambulantes que acá se llaman Polvos Rosados, Azules, Morados, etc.), pues no sé regatear, ni se darme cuenta si me están vendiendo algo que no sirve. Es decir que soy bastante atarantable, entonces cuando voy a algún polvos siempre va a ser con el resguardo respectivo de alguien ducho en el arte de la compra / venta ambulante. Y nada, hoy a la noche estuve dando vueltas por Polvos Rosados con mi amiga la Srta. J, que como se está regresando para los states en pocas horas, quería hacer algunas comprillas para sus amigas gringas. Demás está decir que ni la Srta. J ni la que suscribe sabemos comprar en Polvos, pero dada la ausencia de personal calificado y considerando nuestra naturaleza de go-getters, dijimos ándale (qué nos puede pasar? pensamos).
Llegamos a un stand chévere de aretitos, collarcitos, anillitos y demás accesorios para niñas y empezamos a escoger colgajos para todas las amigas y para la mismisima Srta. J, que como toda mujer con los estrógenos balanceados, suele perder la perspectiva del valor de dinero frente a tanta chuchería. Después de las paterías de rigor para la rebaja respectiva, no conseguimos que nos mejoraran el precio en nada, pero la dueña de la tienda me dijo que escogiera un par de aretitos for free, quizás conmovida por mis esfuerzos infructuosos para lograr un great deal para mi amiga. Emocionada, me pongo a mirar la gran malla de aretes pensando que será bueno escoger, y en ese recorrido visual me detengo en unas giganteces de plástico en forma de estrellas, rombos o corazones, que más parecen moldes de galletas que otra cosa. Más entrometida que interesada, pregunto quién demonios se cuelga tremendas macetas de las orejas, a lo que la intrépida mujer responde:
"Eso lo compran las chicas jóvenes,
unas que son altas y flacas".
Devastada con la respuesta, le pregunté cuáles eran los aretes para mujeres viejas, chatas y gordas, y con sorna agregué: "tal vez esos me van a gustar más", -dándole chance a que me dijera "No reinita, si tu eres chibolita y regia"- y la vendedora coronó: "Claro mamita, estos de abajo ESTAN COMO PARA TI". O.o
Y nada, eso me pasa por ir a Polvos Rosados sin el resguardo respectivo.

lunes, setiembre 04, 2006

Muertitos en Adviento.

Estos días he estado enferma pero aún así he andado fuera de casa porque el papito alfonso también estuvo mal, entonces yo me quedaba con él en la clínica. Curioso lo que uno aprende en estos lugares. Resulta que recién cuando internaron a mi papá me vine a enterar que la clínica era regida nada menos que por un crowd de adventistas (Estamos asegurados en esta clínica hace como dos años!). Yo la verdad no tengo idea cual es la creencia de los adventistas pero con tal que atendieran bien a mi papá, no es trascendente para mí a quién se encomiendan los amigos fanáticos del adviento. A mi papá obviamente le iba a dar igual, total él dice que todos los curas son unos chivos, jaja. En fin.
Como el papito alfonso se parece a papá noel, las enfermeras lo engríen y los médicos lo llaman atleta. Todo muy bonito. Hasta que llegó la hora de comer. Resulta que los adventistas... NO COMEN CARNE, sino que mantienen una dieta OVO-LACTO-VEGETARIANA. Es decir que las palomitas que pasan por la ventana iban a ser los únicos animalitos que el papito alfonso iba a ver mientras estuviera internado. Obviamente, se armó.
Mi papá me increpó ser la gestora de tan terrible emboscada pro-lechuguita. El hecho de que yo me riera de la situación no contribuía a mejorarla en nada. Jaja. Y es que hay que comprender al papito alfonso, él es agrónomo de profesión, ganadero de vocación y hombre de las cavernas en ejercicio. No le pongas plantitas en su bandeja de almuerzo pues. No seas insolente srta. enfermera adventista.
Llámamos a la Srta. Nutricionista del Adviento para negociar la posibilidad de algún muertito en la dieta del Ingeniero Zaferson. Negativo.
Con los argumentos que "sólo un hombre que ha vivido en el campo y se ha comido 1/2 carnero en una día" pueden tener, el papito alfonso sugirió considerar algunas salchichitas y chorizos o tal vez unas inocentes vísceras de res en su dieta hipoglúcida. Negativo señor. N-E-G-A-T-I-V-O.
Yo sólo podía reirme. (Chorizo y visceras? Ya pues alfonsito! Cualquiera pide pechuga de pollo o algo así!)
A tanta insistencia, la Srta. Nutricionista Adventista atracó añadir pescado a la plancha. Mi papacito, que también es un hombre de mar, sugirió "...y hueveras?"
El Ing. Zaferson ya está mejor y pronto lo tendremos de vuelta en casa. :)

viernes, setiembre 01, 2006

Yo no uso pijama.

Pero si tengo unas cuantas pijamas para cuando me veo en la necesidad de usar esta prenda para dormir, como cuando viajo o cuando estoy enferma. Dado que en este momento estoy enferma, busqué una pijama que me subiera el ánimo. Una que me transmitiera vibras de salud y recuperación. Mi preferida es una color plata, pero es muy calata así que descartada porque la idea es abrigarse. La segunda preferida es una negra, pero una vez me dijeron que parecía cocinera de chifa con ella! Así que ya no me gusta tanto. (Después la quisieron arreglar diciendo que el chifa era de prestancia. Qué tal Lisura!) La tercera es rosa pálido... pero en alguna circunstancia borrosa se le cayó un botón, así que tampoco va. Así que me tuve que poner mi pijama rubia.
Y sí, yo tengo una pijama rubia. Es tan rubia que me la compré en Miami! Es rosada como algodón de azúcar y en el pantalón tiene escrito por todas partes DRAMA QUEEN. No contenta con eso, mi blonda pijama tiene la parte de arriba de color blanco y en el pecho -con escarcha rosada- tiene escrita la frase: SWEET AS SUGAR.
Linda no?
Se que pronto me curaré. :D
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Pd. La foto del pantalón es real. La del polo no, sólo que la encontré en internet y ya me dio flojera tomarle foto a mi pijama.