Cetáceo frenesí.

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Nunca he sido buena en deportes. De hecho, he aprendido a vivir cómoda con la certeza de mi lerdez, y en mi vida he presenciado pocos episodios en los que me pienso infortunada por no ser, digamos, "ducha" deportivamente hablando. Sólo tengo dos fantasías atléticas: La primera, ser patinadora sobre hielo. Esto me viene desde chiquita, cuando me levantaba temprano con el papito Alfonso y mi hermano Víctor para ver las Olimpiadas, esas donde quedamos subcampeones en voley (Nunca sé cuál olimpiada es cuál... yo sólo me acuerdo de Cobi en Barcelona 92. En fin). No sólo eran las mallas con brillos (desde pequeña el perfil de bataclana ya se asomaba), ni los peinados escarchados o las piernas fibrositas lo que me entusiasmaban frente a la tele, sino la idea de poder volar con los brazos abiertos como lo hacen estas chicas tan espigadas. La segunda, hacer nado sincronizado. Salvo el gorrito que se ponen (no podría con el "frizz" after nado), adoro los bailecitos que hacen estas chicas... ¡Todas igualitas! ¡Tan bonito!

Y nada, yo pensaba que esas eran mis dos únicas fantasías (deportivas) hasta este finde que se dio la 10k de Nike en varias capitales del mundo. Yo ya sabía que esta carrera existía, de hecho muchos amigos la corren e incluso la pequeña Mu contó alguna vez como era un reto para ella batir su propio récord año tras año. O sea, "awareness" tenía. El tema es que nunca había vivido la carrera in situ hasta este año que me levanté al alba del domingo para ir a acompañar al atlético colocho a que corra los diez mil metros aquello, experiencia que inició de lo mejor pues mientras él corría y tomaba fotos yo me fui a echar al pastito de Plaza Francia a tomar sol y escuchar música. Tan buena estaba la grama porteña que me laxé un poquito, sin llegar a dormirme (dado que áquello equivale a "pernoctar en la vía pública" y eso no es de prestancia), y sólo reaccioné cuando el "American Idiot" de "Green Day" había finalizado. Es entonces que me reincorporo y me veo rodeada de un mar de camisetas rojas que se confunden entre estiramientos, chorros de agua y sorbos de gatorade. Ahí estaba yo -marmota incolume, ballena varada, cachalote con audífonos-, tirada en el pasto (con lentes de sol, además), entre todos los atletas haciendo sus rutinas post maratón de 10 kilómetros. Y bueno, mi nueva fantasía deportiva es: Para la próxima 10k de Nike llevar un vino y empanadas para no laxarme tanto.

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La Primera Aventura del Pezweón

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quién es este weon on?
es el pezweon, pezweon
un pez con un par de testículos rosados que nace de la boca de todos
tú y tus amiguitos lo nombran cada vez que terminan una frase
no, nada. Esto no quiere decir que no nade, sino que no “nada”!¡¡
no tiene expresión alguna
le pueden pasar muchas cosas y siempre tendrá la misma cara
no sonríe
no llora
no nada
flota
ése es el pezweon, pezweon

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el pezweon llega a ustedes gracias a Carlos Banda y Andrea Tataje.
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