Estuvo rico, pero salió caro.

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Desde la semana pasada tenía ganas de hacer galletas o brownies... no sé, algo rico. Entonces abrí la mazmorra donde se guardan los libros de cocina y le saqué las telarañas y bichos a "mi libro" de cocina. Es un librazo que me compró el papito alfonso hace años, y que tiene recetas miles e ideas millones para hacer básicamente de todo. (Mexicano, Chino, Light, Dulces, Salados, Recetas de Verano... TODO! Menos la comida más rica claro, LA PERUANA)

Busqué y busqué y la verdad no me provocó hacer nada de lo que ví. (O sea, me provocaba comerlo... pero no hacerlo!) Luego me aburrí y me fui a leer a mi cuarto. Luego mi mamá me pasó la voz porque en el canal siete estaban dando "Hola Perú" y Patricia Plevisani estaba amenazando con hacer "los brownies más ricos del mundo". Vamos a verla, pensé.

Anoté la receta (y también me acordé de Diva desde Colombia con su blog de Recetas!), más que por Patricia, que me cae tan bien, porque me llamó la atención un ingrediente en particular: Estos brownies no llevan harina... sino que pan rallado. Me emocioné horrible! Nunca he hecho brownies sin harina. Los haremos! :D

Me fui a trabajar y en la noche volví y agrupé todos los ingredientes. Bueno, casi todos. Hice algunos cambios. (Siempre hago lo que me da la gana con la receta... y luego, si es que algo sale mal, obviamente le echo la culpa a "la receta". En fin.)

Los amigos de "Hola Perú", entre otros ingredientes, nos pedían:

Licor de naranja.... que tanta vaina, le pongo pisco.

Pecanas picaditas... qué tal saldrá con lentejitas de chocolate?

2 tazas de azúcar blanca impalpable... en realidad el azúcar rubia granulada es más sana...

4 huevos... sólo tengo 3... no me van a querer vender UN HUEVO. Hmmm... no importa, si la masa sale muy espesa le pongo más pisco. (¿?)

Molde enmantequillado y envuelto en papel manteca... No tengo papel manteca. (Voy a ponerle un poquiiiito de harina sobre la mantequilla para que no se pegue. Qué inteligente eres Tía Lauris!)

Entonces me puse mi pijama (también me pongo pijama para cocinar) y le avisé a la mamita olga que, si sentía disturbios varios en la primera planta de la magna residencia samborjina, era porque su últimogénita estaba cocinando unas ricas viandas para el deleite de la familia toda.

La mamita olga me miró y sólo me dijo: "Ya hijita, pero no hagas bulla no más". (Claro, eso me dijo... pero sus ojos decían lo siguiente: "Hijita Soltera de mi Corazón: Por qué se te tiene que ocurrir hornear brownies a las 11 de la noche?" Por qué hijita? Si has tenido casi 1 mes de vacaciones... Por qué se te ocurre hacer los famosos brownies JUSTO cuando empiezas a trabajar de nuevo? Pero no te voy a decir nada. Ay hijita, eres tan rebelde!)

Y bueno, después de hacer todas las mezclas y conjuros de ley.... meter y sacar del horno, enfriar, desmoldar y cortar... puse los brownies en un plato bonito y los dejé encima del microondas. Ya se los comerán. (En mi casa no hay pierde... a) Mi hermano es el monstruo come galletas, b) Tengo 4 sobrinos que, de alguna forma bizarra, siempre están en mi casa, c) Mi tía Carmen está de visita y algunas veces pienso que ella es la verdadera madre del Monstruo Come Galletas y d) Leo tiene 4 hijitas... ES IMPOSIBLE QUE ALGO NO SE ACABE EN ESTA CASA)

Al día siguiente me fui a trabajar y volví a la noche. Al entrar por la cocina miré de reojo el plato bonito de los brownies y observé que, de las 18 unidades que resultaron de la receta de Patricia Plevisani (y modificaciones casi imperceptibles de Laura Zaferson), sólo quedaban 5 marroncitos. O estos brownies han salido ricos o los están usando para tapiar alguna pared. Investigué un poco y, en efecto, los brownies se habían dejado comer si oponer mayor resistencia. EXITOS! A tanto comentario positivo, yo misma probé uno (arriesgandome a sufrir un ataque de diablos azules calórico) y si me gustó. (Habrá sido el pisco o las lentejas? Fácil eran sólo 3 huevos y me huevié anontando la receta. Cualquier cosa puede haber sucedido).

La gestión se hubiese cerrado con éxito a no ser por un detalle.

Al cierre de esta edición, todos y cada uno de los miembros de la familia Zaferson Mendoza (residentes y visitantes de la magna residencia samborjina), lucimos un ominoso, exuberante, estrepitoso y puberiano GRANAZO en alguna parte de la cara.

No todo puede salir perfecto en esta vida.

Y nada, creo que mi siguiente receta va a ser light.